Venezuela prevé reducir sus exportaciones de derivados petroleros en el 2010 para atender la creciente demanda interna, asociada a una crisis energética que requiere producir más termoelectricidad, según dijo el ministro de Energía, Rafael Ramírez.

El país petrolero está en puertas de experimentar un colapso en la generación de hidroelectricidad, que sustenta la mayor parte del consumo local, si el principal embalse del país, El Guri, sigue bajando su nivel por la falta de lluvias.

«La disminución de las exportaciones de productos (derivados) sí puede ocurrir en 2010 porque nuestra prioridad es el mercado interno», dijo el ministro en una entrevista telefónica el jueves.

Las plantas termoeléctricas operadas por el Estado funcionan con fuel, diésel y gas pero, en medio de un plan de racionamiento que se inició en enero por la crisis de energía, los comercios y las residencias han comenzado a instalar plantas propias que operan con diésel o gasolina.

La demanda interna de combustibles ha crecido sostenidamente en los últimos años y podría acelerarse en 2010 si el plan del Gobierno para generar más termoelectricidad se cumple.

Ramírez dijo también que las crecientes importaciones de combustibles que ha estado realizando el país miembro de la OPEP disminuirán este año con el reinicio de algunas refinerías que habían sido paradas por mantenimiento.

«Esperamos una disminución de las importaciones (de derivados) este año. Allí se han reflejado las compras que hacemos para cumplir con algunos convenios, porque es más barato triangular, pero las refinerías que fueron sometidas a mantenimiento ya reiniciaron operaciones», dijo.

La refinería de Amuay, la mayor del país con 640.000 barriles por día (bpd) de capacidad instalada, prevé detener el flexicoquer, que produce derivados livianos, por 45 días entre marzo y abril. Sin embargo, Ramírez indicó que la planta no se parará completamente.