La huelga del transporte público en Bogotá cumplió hoy tres días con la consiguiente paralización de la capital colombiana, pérdidas en el comercio superiores al 60 por ciento y constantes choques entre manifestantes y la policía por la ausencia de autobuses.

Las negociaciones entre la Alcaldía de Bogotá y los propietarios de los autobuses se prolongaron durante más de 22 horas, sin que hasta el momento se haya llegado a un acuerdo para levantar la huelga.

«Seguimos sin humo blanco, llevamos realmente 22 horas y a las 05.10 los empresarios del transporte se pararon (levantaron) de la mesa para hacer unas consultas», dijo hoy el secretario de Movilidad de la capital colombiana, Fernando Álvarez.

No obstante, adelantó que «las posiciones se han acercado».

Los transportadores rechazan el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que promueven las autoridades de Bogotá, porque supone una reducción sustancial del parque automotor, que incluiría autobuses y también taxis.

Las diferencias se han generado a raíz de los montos que las autoridades ofrecen por sacar a esos vehículos de circulación.

El SIPT busca reorganizar el desordenado servicio de movilización ciudadana en Bogotá (rutas, tarifas, frecuencias, paradas, etc.), e incluye formas complementarias como trenes de cercanías y un futuro metro.

El secretario de Movilidad de Bogotá también informó que la restricción de circulación de vehículos por número de matrícula no regirá por tercer día consecutivo para intentar paliar los efectos de la huelga.

Por otro lado, el director en Bogotá de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Francisco Ochoa, señaló que las ventas, a causa de la huelga, han caído en más del 61 por ciento.

Hoy, nuevamente, se presentaron enfrentamientos entre las fuerzas del orden y ciudadanos que tratan de buscar algún medio para llegar a sus trabajos o a sus lugares de estudio, ante la ausencia del transporte público.

El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general César Augusto Pinzón, confirmó que desde el inicio de la huelga, el lunes, han sido detenidas 215 personas por hechos como saqueos y ataques contra el transporte, y por alteración del orden público.

En la noche del martes unos 300 jóvenes destruyeron un puesto de policía en el barrio La Gaitana (noroeste de Bogotá) y saquearon varios comercios de la zona.

Durante los enfrentamientos, resultaron heridas varias personas, entre ellas un bebé de seis meses afectado por los gases lacrimógenos que usaron las autoridades para dispersar a los manifestantes.