El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó que desea mantener «buenas relaciones» con España, pero que, si éstas se deterioran, «España es la que más perdería».

«Nosotros queremos tener buenas relaciones con España, pero allá hay un grupito que está empeñado casi que en romper las relaciones. Y yo creo que España es la que más perdería, por cierto, no Venezuela precisamente», declaró Chávez el viernes durante un acto transmitido por la televisión oficial.

El mandatario agregó que sería «sano» que las empresas españolas presentes en Venezuela «hicieran llegar alguna reflexión a quienes, desde Madrid, están haciendo todo lo posible para dañar las relaciones» entre los Gobiernos de ambos países. En Venezuela operan numerosas compañías españolas, como Repsol o Telefónica.

La semana pasada, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco denunció una «cooperación gubernamental» venezolana en la presunta colaboración de ETA con la guerrilla colombiana de las FARC para formar a guerrilleros que querían atentar en España contra personalidades colombianas. Entre ellas, el presidente Álvaro Uribe.

Venezuela rechazó estas declaraciones y tras, un tenso cruce de opiniones, los dos Gobiernos divulgaron un comunicado en el que reafirmaron su deseo de luchar juntos contra el terrorismo y su rechazo «sin paliativos» a ETA.

Sin embargo, las relaciones volvieron a tensarse cuando el ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que el juez Velasco está «asociado a la mafia del ex presidente José María Aznar, a lo peor del Partido Popular y a sectores de la ultraderecha». El presidente José Luis Rodríguez Zapatero estimó «inaceptables» estas declaraciones, mientras el PP acusó al Gobierno del PSOE de «debilidad» en su política hacia Chávez.

El jueves, además, fue detenido en Lisboa Andoni Zengotitabengoa, supuesto miembro de ETA que iba a embarcar con un pasaporte falso a Caracas. Según el ministro Maduro, su Gobierno fue avisado por la Embajada de España de la detención y se activó un operativo en el aeropuerto para evitar la posible entrada en el país de otro presunto etarra.

El viernes, la detención en Lisboa llevó a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega a insistir en que existe una cooperación «con todos los países, con Portugal, como se ha demostrado, pero también con Venezuela».