El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama realizó una visita sorpresa a Afganistán, donde se reunió con su homologo, Hamid Karzai, para tratar temas como la corrupción en el gobierno afgano y la lucha contra el narcotráfico, con el que se financian los rebeldes talibanes de ese país.

La primera visita de Obama a Afganistán, luego de su elección como presidente estadounidense, se mantuvo dentro del más estricto secreto por razones de seguridad. Obama visitó antes este país cuando era todavía senador y candidato demócrata para las presidenciales de 2008.

Durante el encuentro, Obama elogió los progresos militares afganos en la lucha contra la insurgencia talibán, pero indicó que también espera mejoras en temas como la gobernabilidad, la lucha contra la corrupción y la aplicación de la ley.

El consejero de seguridad del presidente estadounidense, James Jones, dijo que Obama quería que el presidente Karzai entienda que en su segundo mandato «hay determinadas cosas que han sido desatendidas casi desde el primer día. Cuestiones como un sistema en base al mérito para la designación de funcionarios estratégicos de gobierno, la lucha contra la corrupción y contra los traficantes de drogas».

Por su parte, el mandatario afgano dijo que mantuvo una «buena disposición» con Obama y agradeció a los contribuyentes estadounidenses por ayudar a «reconstruir y restablecer» las instituciones civiles y el gobierno afgano.

Luego de la reunión entre los dos presidentes, Obama visitó las tropas estadounidenses desplegadas en la base aérea de Bagram.

«Una de las principales razones por las que estoy aquí es para agradecer el increíble esfuerzo de nuestras tropas y nuestros aliados», señaló Obama, «quiero estar seguro de que saben lo orgulloso que está su comandante en jefe», agregó.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, anunció que Obama invitó a Karzai a visitar Washington el próximo 12 de mayo.

Estados Unidos y la OTAN tienen más de 121.000 soldados en Afganistán, cifra que se elevará a 150.000 en agosto en el marco de una estrategia para contrarrestar la ofensiva de los talibanes, particularmente en el sur, y poder dar por finalizada la guerra.