Los modelos de concesiones implementados en Colombia durante los últimos 15 años han sido ineficientes, a pesar de haber arrancado al mismo tiempo que Chile, advirtió un estudio contratado por Fedesarrollo.

El autor del informe, el economista e ingeniero, Juan Benavides, aseguró que uno de los principales lunares de las concesiones en el país es que no han podido atraer a inversionistas de la envergadura de los fondos de pensiones.

«Hasta el momento no se han vinculado estos actores porque no se han hecho unos contratos estables para que entren operadores financieros y los fondos de pensiones puedan hacer también sus aportes en forma de deuda. Esto pasa porque los contratos cambian mucho, entonces un inversionista institucional no está atraído por ese cambio tan frecuente», afirmó Juan Benavides.

El balance de las concesiones desde 1994 hasta 2007 muestra unos pecados originales de la primera generación de estas obras viales: proyectos que no corresponden a prioridades de competitividad, diseños insuficientes, garantías excesivas y mal valoradas, uso de variables de adjudicación problemáticas y adjudicación sin concurso, entre otros.

El informe critica que en los últimos años, el Gobierno ha optado por la figura de la ampliación de contratos, limitando la competencia por menores ingresos y mayor eficiencia en calidad y tiempo para los usuarios.

«Hasta la fecha, cada una de las 22 concesiones vigentes ha sido modificada, sumando en total 311 cambios de diversa índole, excluyendo los originados después de la emisión de la Ley 1150 de 2007», explicó Benavides.

El atributo modificado con mayor frecuencia fue los requerimientos de Inversión (57 por ciento en la primera generación, 56 por ciento en la segunda generación, y 45 por ciento en la tercera generación).

Como resultado, el costo inicial de los proyectos de las tres primeras generaciones aumentó en 27 por ciento; las inversiones adicionales se han multiplicado por 1,5 veces, y el ingreso esperado que los operadores solicitan se ha multiplicado por 3,4 veces. Todo esto sin que las obras entren en operación en plazos cortos para aportar sus beneficios.

Constructores Responden

Los constructores explicaron que sería conveniente que quien realiza los estudios no inventara los hechos a su conveniencia e indicaron que las conclusiones son populistas.

«El informe trae un montón de imprecisiones y de supuestos que no son ciertos. Esto fue aclarado por el Ministerio de Transporte en presencia del autor del informe; además aceptaron la razón del Gobierno. No obstante, Benavides hizo el informe», dijo el presidente de Odinsa, Luis Fernando Jaramillo.Colprensa