Política

Declaran estado de excepción en Ecuador

El gobierno de Ecuador, que denunció que enfrenta un intento de golpe de estado, declaró en las últimas horas el estado de excepción para que los militares asuman tareas de policías, que se rebelaron contra una ley que les recorta beneficios, informó el ministro de Seguridad, Miguel Carvajal.

El Gobierno tomó esta decisión luego de que cientos de policías se tomaron hoy el principal cuartel policial de Quito y otros cuarteles en algunas ciudades como protesta por una nueva ley que les afecta y el presidente Rafael Correa denunció «un intento de golpe de Estado» y que agentes rebeldes buscaron secuestrarlo desde un hospital.

«Tienen prácticamente secuestrado al presidente», indicó Correa a periodistas al denunciar que policías rebeldes rodearon el hospital al que fue conducido tras ser agredido por los sublevado y dijo que intentaron ingresar por la fuerza a su habitación.

Correa consideró la revuelta policial como «un intento de golpe de Estado», y denunció que grupos rebeldes y opositores venían preparando la «conspiración» desde «hace mucho tiempo».
El gobernante acudió al hospital luego de denunciar que una bomba lacrimógena estalló cerca de sus ojos.

«Me quitaron la máscara para que me asfixie… Entonces me trajeron (a la clínica). En verdad que no podía respirar», aseguró el mandatario a los medios de comunicación. «Me tuvieron que ingresar al hospital… ¡Es impresionante nuestra fuerza pública: atacaron al Presidente!», añadió.

Ante la ausencia de policías en algunas ciudades, se reportaron saqueos de comercios.

Miguel Carvajal, ministro de Seguridad Unterna y Externa, inmformó que se declaró el estado de excepción y que las fuerzas armadas y las unidades de la policía garantizan el orden público
«No toda la policía está en una situación de insubordinación. Este tema de la insubordinación de la policía es de algunos sectores, y nosotros estamos tomando las medidas para garantizar la seguridad pública», agregó.

Efectivos de la fuerza aérea procedieron a cerrar las instalaciones del aeropuerto de la capital, dijeron que «las operaciones han sido suspendidas». Ella declinó identificarse por no estar autorizada para dar información.

En declaraciones a radio Sonorama, el ejecutivo del aeropuerto, Philippe Baril, dijo que alrededor de 300 militares cerraron las pistas del lugar, y que unos 700 pasajeros se han visto afectados por dicha medida, añadió. Tropas militares mantienen cerrado el aeropuerto, pero sin que se determinara de inmediato si fue para proteger sus instalaciones o en apoyo a la revuelta policial.

En declaraciones a la prensa, Correa llamó «ingratos» y «bandidos» a los policías rebelados que rechazan la nueva Ley de Servicios Públicos, que les extiende de 5 a 7 años el tiempo para ser ascendidos y les quita algunos beneficios económicos.

«Son unos ingratos, bandidos, nadie ha apoyado tanto a la policía como este gobierno», dijo Correa.

Con quema de llantas, bombas lacrimógenas y golpes, los agentes policiales se tomaron cuarteles policiales en Quito, Guayaquil y otras ciudades, cerraron las carreteras de acceso a la capital, según reportes de las radios y canales de televisión, que mostraron imágenes de los incidentes.

Cientos de partidarios del gobierno se concentraron frente al palacio de Gobierno, en el centro de Quito, para apoyar a Correa, que desde uno de los balcones arengó a la multitud.
«Son unos ingratos, bandidos, nadie ha apoyado tanto a la policía como este gobierno», dijo Correa a la prensa.

«Si quieren matar al presidente, mátenme … pero este presidente seguirá haciendo lo que tiene que hacer», gritó exhibiendo su pecho a los manifestantes.

Las radios y canales de televisión informaron que en varias ciudades los negocios cerraron para evitar robos y las actividades educativas fueron suspendidas hasta el próximo lunes en Quito.
En la segunda ciudad del país, Guayaquil, a 270 kilómetros al sur de Quito, se vive un caos total. Ante la ausencia de policías en las calles se registraron saqueos a tiendas y al menos a dos sedes bancarias. También se han reportado incidentes entre estudiantes de diferentes colegios.

El Coronel, Joel Loaiza, jefe del comando de Guayas, afirmó a la prensa que «acá estamos en un caos… a pesar de que ya no hay mando ni control … los policías están tratando de dar seguridad a la ciudadanía» .

Dorís Soliz, ministra Coordinadora de la política de Ecuador, exhortó a la ciudadanía «que respalde a su gobierno, que respalde la democracia».

«Este hecho de indisciplina va a ser controlado, esta siendo controlado…el gobierno está unido …los altos mandos están absolutamente respaldando la democracia».

El canciller Ricardo Patiño, en declaraciones a la cadena TeleSUR señaló que se trata de una «insurrección de algunos grupos de la Policía, que están mal informados».

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