Un cambio radical en su vida, hasta el punto de que muchos no volverán a entrar en un socavón para coger una pica o un taladro, es el futuro que se vislumbra para los mineros rescatados tras 70 días de encierro en la mina San José, en el desierto de Acatama en Chile.

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En la única tragedia que en el mundo ha tenido un final feliz, a los 33 mineros, les espera fama y dinero, pues para comenzar, muchos de ellos realizarán una gira internacional por invitación de varios gobiernos, entre ellos Grecia, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Además, ahora se convertirán en actores, pues el drama que vivieron durante 70 días, será llevado al cine.

Es más, el filme ya tiene título “Los 33 de San José” y parte del mismo ya está hecho, pues comenzó a rodarse diez días antes del rescate.

Será una producción colombo-española de las empresas Dynamo Factory y la cadena de televisión Antena, respectivamente.

En comunicado la firma española indico que «la idea surgió en el mismo instante en el que los mineros comenzaron su involuntario encierro, momento en el que comenzó la elaboración del guión, cuya versión definitiva se aprobó la semana pasada».

Hasta ahora la película se ha rodado en localizaciones exteriores y el próximo lunes, 18 de octubre, empezarán las grabaciones en el interior de una mina dispuesta como decorado de la película. El filme estaría listo en noviembre.

Mientras tanto, esta tarde comenzarán a abandonar el hospital de Copiapó algunos de los mineros al concluir las evaluaciones médicas, para luego de un periodo con sus familias, emprender la gira internacional. Solo quedará hospitalizado por tiempo indefinido Mario Gómez, quien sufre una neumonía.

Antes, tendrán que enfrentar el acoso de los medios de comunicación. Algunos de estos están ofreciendo a los mineros hasta 45 mil dólares por una entrevista exclusiva.

El subdirector del Hospital Regional de Copiapó, Jorge Montes, indico que los dos días que se dijeron desde un principio es una situación estándar, pero el alta médica es personal y depende del médico tratante y nosotros esperamos que algunos de ellos puedan abandonar el recinto antes de las 48 horas, específicamente esta tarde», sostuvo el facultativo.

«Aquellos pacientes que serán dado de alta son los que tienen la menor complicación o el menor índice de ellos. Los tres pacientes han evolucionado muy bien», manifestó Montes.

El medico informó que el paciente que presentaba una neumonía aguda — Mario Gómez–, ha mejorado su estado de salud con su tratamiento, por lo que podría ser dado de alta en los próximos días.

«Suponemos que va a ser en el corto plazo. Al equipo médico que lo evalúa, sobre todo al especialista bronco pulmonar, le parece que esto esta evolucionando perfectamente, por lo tanto pensamos que pronto, muy pronto él podrá estar en condiciones de alta con tratamiento ambulatorio», manifestó.

Jorge Montes explicó que hay un minero que presenta un problema oftalmológico mayor, el que iría evolucionando con el transcurso de los días.

«La lesión ocular en este minuto todavía está en estudio. Hay un caso de úlcera corneal que es la que más complicación podría traer, pero en definitiva es muy prematuro para tener una información exacta respecto a la evolución», dijo el facultativo.

El médico anunció además que durante el día de ayer se efectuaron tres cirugías bucales, las cuales han «evolucionado positivamente». El proceso finalizaría este jueves, cuando se efectúe la última intervención quirúrgica con anestesia general.

La feliz operación de rescate costó aproximadamente 20 millones de dólares, que asumirá el gobierno chileno, según lo advirtió su presidente Sebastián Piñera.

La cápsula Fénix 2, a la cual se le dio el nombre de Apolo XI, realizó 78 viajes de descenso y ascenso para sacar sanos y salvos a los 33 mineros atrapados desde el pasado 5 de agosto.

De unos cuatro metros de largo y 53 centímetros de diámetro y pintada de blanco, azul y rojo -los colores de la bandera chilena-, la cápsula fue para el rescate minero lo que el Apolo XI a la llegada del hombre a la Luna.

Y tal como sucedió con la nave espacial Apolo XI cuando llegó a la Luna en 1969, el descenso de la cápsula al interior del yacimiento fue seguido en vivo por millones de telespectadores de todo el mundo.