El presidente, Juan Manuel Santos, destacó los «buenos resultados» en política exterior y seguridad logrados en los primeros 100 días de su Gobierno y señaló como desafíos pendientes el aprobar la Ley de Víctimas y reducir la pobreza y el desempleo.

«Hemos venido trabajando a toda máquina para mostrar buenos resultados en diferentes frentes», explicó Santos en una rueda de prensa en la Casa de Nariño (sede del Gobierno), en la que hizo balance de sus primeros 100 días de gestión en compañía de todos sus ministros.

El «buen camino» por el que van las cosas con Venezuela y Ecuador permite a Colombia «asumir un liderazgo en la región», explicó Santos.

«Gracias a lo que hizo (el ex presidente Álvaro) Uribe en ocho años, podemos mostrarnos con orgullo al mundo», dijo el mandatario, quien reiteró su voluntad de pasar de la «seguridad democrática» de su predecesor a la «prosperidad democrática».

Esa «seguridad democrática», basada en la lucha militar contra las guerrillas, «le cambió la faz a este país, devolvió la esperanza a los colombianos y ha continuado con mucho éxito», subrayó Santos.

En ese contexto, recordó los golpes dados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como la muerte en septiembre pasado en un bombardeo de su jefe militar, alias «Mono Jojoy», y el ataque de este lunes contra el frente 48 de esa guerrilla, que perdió 14 de sus combatientes.

«En materia de seguridad seguiremos trabajando, no vamos a bajar la guardia. Hay que hacer más en seguridad ciudadana», afirmó Santos, quien reconoció que uno de los desafíos más complicados que tiene por delante es reducir los «focos de inseguridad» en las ciudades, resultado del «éxito» contra el terrorismo y la delincuencia en las zonas rurales.

Los otros desafíos son sacar adelante la Ley de Víctimas y la de Tierras, a pesar de los «enemigos conceptuales» que tienen ambos proyectos, según Santos.

Y en materia social, la prioridad es «luchar contra el desempleo y reducir la pobreza», en el marco de una coyuntura económica internacional que, en palabras del mandatario, «no es favorable» para Colombia. EFE