La Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá reportó ayer que se presenta una reducción del cinco por ciento en el abastecimiento de productos perecederos.
La entidad advirtió que, como consecuencia del fuerte invierno, se registra variación en los precios de acelga, apio, zanahoria, papa y cebolla. La misma preocupación les asiste a los comerciantes de Corabastos, que tienen en la sabana a su principal proveedora de hortalizas. El 95 por ciento de las 800 toneladas diarias que recibe la central de estos productos provienen de las goteras de Bogotá.
Sin embargo, consideran que el impacto de las inundaciones se puede empezar a sentir la próxima semana, cuando se acaben las reservas de acelga, espinaca, cilantro, arveja verde, brócoli, lechuga y zanahoria.
Los fuertes aguaceros que en los últimos días han soportado Bogotá y Cundinamarca ya empezaron a tener efectos en el abastecimiento de productos perecederos en la ciudad.
El mismo día de la inundación de tres de las cinco veredas de Mosquera, por el desbordamiento del río Bogotá, los productores de ese municipio dejaron de enviar 40 toneladas diarias de hortalizas.
Y Cota, que también se vio afectada por el afluente, empezó a reducir su oferta y, en un par de meses, según el alcalde, Néstor Orlando Guitarrero, la disminución podría superar el 50 por ciento.
Ese municipio produce unas 100 toneladas diarias de verduras.
De hecho.
El problema es que las regiones que podrían suplir con estos productos al centro del país, como Antioquia, Norte de Santander y Nariño, también enfrentan emergencias por invierno, y el transporte elevaría los costos.