Internacional

Nadie es feliz cuando lo vigilan: Secretario general de la ONU

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, uno de los blancos del espionaje de Estados Unidos revelado por Wikileaks, afirmó hoy que nadie puede sentirse feliz cuando se entera de que es vigilado.

La declaración del titular de la ONU fue hecha en Kazajstán a una emisora radial europea y dada a conocer aquí por el vocero oficial adjunto de la organización Farhan Haq durante su reunión diaria con los periodistas acreditados en la sede de Nueva York.

«No creo que nadie se sienta feliz cuando sabe que es vigilado por alguien. Mi trabajo y actuación son transparentes», dijo el máximo responsable de la ONU con respecto al contenido de los documentos secretos puestos al descubierto por Wikileaks.

En ese sentido, advirtió que los Estados miembros de Naciones Unidas deben respetar todas las convenciones y tratados relativos a la protección de las inmunidades y privilegios.

Esos instrumentos apuntalan la inviolabilidad e inmunidad de los bienes y haberes de la ONU contra allanamiento, requisición, confiscación y expropiación y toda otra forma de interferencia.

Los archivos de la organización y en general todos los documentos que le pertenezcan o se hallen en su posesión serán inviolables donde quiera que se encuentren, según la Convención sobre Prerrogativas e Inmunidades, aprobada en 1946.

En los materiales difundidos por Wikileaks, Ban Ki-moon aparece como uno de los objetivos más significativos de los diplomáticos norteamericanos en su labor de espías.

Esos funcionarios tenían instrucciones de buscar datos relacionados con el estilo de dirección y la toma de decisiones del secretario general de la ONU, así como su influencia en el aparato de la organización.

Esa actividad secreta también afectó a diplomáticos de varios países, como China, Rusia, Francia y Reino Unido, que junto a Estados Unidos son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

Asimismo, estuvo dirigida a recabar información personal, como tarjetas de crédito y horarios de trabajo y hasta datos biométricos y huellas dactilares.

Otros afectados por esas acciones son los subsecretarios de la ONU, los jefes de las agencias y organismos especializados, asesores, ayudantes y responsables de operaciones de paz y misiones políticas de la organización mundial.

PL