La suerte se alió con el Porto en su partido de hoy frente al Vitoria de Setúbal (1-0), que falló un penalti en el tiempo añadido, y le permite mantener la distancia de ocho puntos con su más acérrimo rival, el Benfica.

Bajo un intenso diluvio, los «dragones» sufrieron para hacer valer su superioridad técnica frente a un Vitoria de Setúbal teóricamente muy inferior, cuarto por la cola con sólo trece puntos en catorce jornadas.

La fortuna y la polémica arbitral se dieron de la mano en la victoria de los blanquiazules, con dos penaltis dudosos -uno a favor y otro en contra- y la anulación del primer lanzamiento desde el punto fatídico del Setúbal, que acabó en gol.

El partido comenzó bien para los pupilos de André Villas-Boas -que no se sentó en el banquillo por sanción-, con el argentino Cristian
Rodríguez especialmente motivado, sabedor de que un puesto en el once titular del Porto cotiza caro y de que Falcao, Hulk y Varela le llevan ventaja.

Suyas fueron dos de las mejores ocasiones de la primera mitad, primero con un disparo fuerte y seco y poco después con un cabezazo que despejó el guardameta del Setúbal de forma acrobática.

También tuvo su oportunidad Belluschi, en este caso de falta, aunque el larguero escupió su lanzamiento.

Sin embargo, no fue hasta llegados los cinco últimos minutos del primer tiempo que llegó el gol, en un penalti transformado por el brasileño Hulk por falta dudosa a su compañero de ataque Falcao dentro del área.

La segunda mitad mostró a un Porto más inofensivo de lo habitual, acostumbrado a meter goles sin demasiada dificultad, tal y como demuestra su media de casi dos goles y medio por partido.

El Setúbal, por su parte, dispuso de una fantástica ocasión para igualar el encuentro en el minuto 70, cuando el mediapunta Neca se plantó frente a Hélton en un contragolpe rápido que salvó finalmente Rolando al interponerse en su disparo y lograr despejarla a córner.

El momento culmen del duelo, sin embargo, no llegó hasta el minuto 90, cuando un forcejeo de Fucile con su par acabó en el punto de penalti.

Jaílson metió el primer lanzamiento, pero el gol fue anulado por el árbitro por considerar que hizo «paradinha» antes de golpear, y a la segunda intentona envió el balón a las nubes, y con él las esperanzas de su equipo por puntuar en el estadio de Dragao.

Los tres puntos dejan todo igual en la Liga de Portugal, con un Porto de récord que no conoce todavía la derrota -tampoco en Europa- y un Benfica que no tira la toalla pese a los 8 puntos de diferencia

EFE