Internacional

Venezuela no es amenaza pero EE.UU. lo vigila: Almirante Mullen

El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Mike Mullen, aseguró hoy que Venezuela «no es una amenaza» ahora mismo para el país, pero recalcó que Washington está ciertamente pendiente de la adquisición de armas de ese país.

«No considero a Venezuela una amenaza significativa para EE.UU. en estos momentos, pero al mismo tiempo está gastando mucho dinero en importantes armas que llegarán en los próximos años a ese país», señaló Mullen en un encuentro con la prensa extranjera.

Por eso, dijo, «algunos nos preguntamos: ¿cuál es el propósito de esas armas sofisticadas que él (el presidente Hugo Chávez) está comprando?», indicó el jefe del Estado Mayor Conjunto.

«Desde este punto de vista existe una preocupación y estamos vigilando (la adquisición de armas) constantemente», explicó.

Mullen también recalcó que la «retórica» que emplea Venezuela hacia EE.UU. es «excepcionalmente fuerte» y ciertamente «no respalda en nada una fuerte relación entre los dos países».

En diciembre se supo que altos funcionarios del Gobierno de Rusia habían admitido el año pasado a una delegación de EE.UU. que habían vendido a Venezuela 100 misiles antiaéreos de manejo individual, según revelaron los cables del Departamento de Estado filtrados por WikiLeaks y que publicó el periódico español El País.

Aunque el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció personalmente la adquisición de ese armamento, considerado por Washington una de las armas más desequilibrantes en la región, nunca se había revelado la cifra ni se sospechaba que fuese tan elevada.

La razón oficial era el temor de Washington a que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se hicieran con un sistema de defensa aéreo que podía ser utilizado por un solo hombre (Manpads) y que permitiría a un combatiente derribar un aparato.

El seguimiento estadounidense a los Manpads se realizó al más alto nivel y en julio del año pasado, mientras el presidente de EE.UU., Barack Obama y su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, se reunían en Moscú, expertos de ambos países mantenían una reunión simultánea que tuvo a Venezuela como principal protagonista.

En esta reunión los rusos confirmaron que habían vendido a Caracas en ese trimestre 100 misiles Igla con 90 lanzadores, pero les aseguraron a los estadounidenses que las armas no acabarían en manos de terceros.

El rearme de Venezuela y su cada vez más estrecha colaboración militar con Rusia desató hace tiempo las alarmas en Washington, que presiona a varios Gobiernos aliados y a la propia Rusia para que no vendiera armas a Caracas.

EFE