El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cumple este sábado cuatro años de un gobierno reelegido hasta 2013, empeñado en legitimar su mandato con una nueva consulta popular para reformar la justicia y otros sectores, tras sobrevivir a lo que denunció como un intento golpista.

Correa es el mandatario que más ha durado en el cargo desde 1996, cuando el país se sumió en la peor crisis institucional durante una década, en la que desfilaron siete gobernantes, tres de ellos elegidos en comicios populares y derrocados por revueltas sociales.

En 2009, el presidente socialista fue reelegido para cuatro años en elecciones anticipadas, tras promulgarse la actual Constitución que lo habilita para postular nuevamente en 2013.

Este sábado Correa, quien sostiene que «nada ni nadie detendrá» a su «revolución ciudadana», liderará un mitin en la ciudad de Machala (suroeste) para festejar el aniversario.

El amigo y aliado del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pretende llegar al lustro de su administración sacando adelante una tercera consulta popular y sumar su quinta victoria consecutiva en las urnas desde que está en el poder.

«La tendencia electoral en Ecuador marca la idea de que el presidente tiene altísimas posibilidades de ganar en todas las preguntas» de la consulta, además de que «restaurará su poder y legitimidad», dijo a la AFP el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Adrián Bonilla.

Un 78,4% de ecuatorianos calificó de positiva la gestión de Correa -un economista de 47 años educado en Bélgica y Estados Unidos-, según una encuesta de la firma privada Perfiles de Opinión difundida este viernes.

Para enero de 2010, la aprobación del gobernante -de acuerdo con la consultora privada SP Investigación y Estudios- fue del 57%, pero en octubre trepó al 75% tras la rebelión policial del 30 de septiembre, que dejó diez muertos y 274 heridos.

Durante la sublevación por reclamos salariales, en la que fue retenido por uniformados, el presidente denunció ser víctima de un intento de golpe de Estado y de asesinato por parte de opositores, y debió ser rescatado en una operación militar en medio de una cruenta balacera.

Para Bonilla, la insubordinación erosionó la legitimidad de Correa, quien ha exclamado que «somos socialistas del siglo XXI. La revolución no tiene marcha atrás».

En ese contexto, el jefe de Estado se puso a cuestas el proyecto de someter a consulta popular reformas para mejorar la seguridad ciudadana -uno de los aspectos más cuestionados de su gestión- y reestructurar la justicia.

Además, pedirá que se decida si los banqueros pueden tener acciones en negocios ajenos al sistema financiero (tras ser vedada su participación en la prensa) y si los propietarios de los medios de comunicación deben tener participación únicamente en esa área, según la agencia pública Andes.

«Busca no dotarse de plenos poderes sino que el cambio no se detenga», opinó el director de Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad Católica, Vladimir Sierra.

Correa, cuyo movimiento cuenta con 59 de los 124 escaños del Legislativo, ya logró mediante consultas crear una Asamblea Constituyente y la aceptación de la nueva Carta Magna elaborada por ese órgano.

El oficialismo controla el Congreso con el apoyo de otros bloques minoritarios, pero no alcanza las dos terceras partes que demandan enmiendas constitucionales.

El gobierno planea presentar la próxima semana la decena de preguntas de la consulta.

El Ejecutivo también examina aplicar impuestos, como posiblemente el 12% de IVA a las medicinas para mejorar la salud pública, en momentos en que mantiene altos subsidios a los combustibles, cuyos precios no ha revisado en los últimos cuatro años.

El gobierno destaca de este cuatrienio en el poder el haber recuperado la estabilidad política, la salida de tropas de Estados Unidos de una base ecuatoriana en 2009 y los planes sociales, como la ayuda de 5.000 dólares para la vivienda y un bono de 35 dólares mensuales para casi 1,8 millones de pobres. AFP