Economía Nacional

Sector floricultor bajo la expectativa de San Valentín

Los floricultores colombianos aspiran a tener este año una jugosa fiesta de San Valentín, su fecha más importante, cuando venden en Estados Unidos el 15% de su producción anual y que en 2010 se vio afectada por la recesión en ese país y las heladas en sus campos.

Los días previos a la fiesta de los enamorados son frenéticos en los campos de los alrededores de Bogotá y de Medellín, la segunda ciudad del país. Miles de trabajadores, en su mayoría mujeres, escogen y cortan las flores que serán empacadas en condiciones especiales para garantizar su frescura hasta llegar a las floristerías en Estados Unidos.

Se calcula que para la fiesta de San Valentín, Colombia envía a Estados Unidos 450 millones de flores. Los días de más despachos salen unos 30 vuelos especiales desde los aeropuertos El Dorado (Bogotá) y Ríonegro (Medellín).

«El año pasado para San Valentín cayeron la producción y los despachos. La situación económica de Estados Unidos no era la mejor. Además muchas fincas de la sabana de Bogotá se vieron afectadas por las heladas, y algunas perdieron hasta el 80% de la producción que tenían destinada para ese día», dijo Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), que espera poder recuperarse ahora.

Este año, esas ventas se salvarán in extremis, pues el Congreso de Estados Unidos renovó el sistema de preferencias arancelarias a Colombia y Ecuador (Atpdea) el pasado 22 de diciembre tan sólo por seis semanas, es decir, hasta la víspera de San Valentín.

Ese régimen permite a los floricultores la exportación de su producción libre de aranceles.

Colombia, segundo exportador mundial, vendió flores en 2010 por unos 1.100 millones de dólares.

Estados Unidos, que recibe 78% de las exportaciones, es el principal mercado de los floricultores colombianos. El 65% de las rosas y 99% de los claveles que se importan en Estados Unidos procede de Colombia, según Asocolflores. Pero desde hace unos años estos tratan de abrirse paso en Europa y Rusia.

«El mercado europeo es muy atractivo. Allí existe una cultura de consumo cotidiano de flores, a diferencia de Estados Unidos, donde se circunscribe a las celebraciones. Mientras que un suizo gastó en promedio 82 euros en flores en 2009, un estadounidense sólo gastó 21 euros», dijo a la AFP Richard Franklin, vicepresiente de Asocolflores.

Aunque los colombianos se esfuerzan por entrar en Europa, y en los años recientes han aumentado sus ventas a Gran Bretaña (4% de las exportaciones) y España (2%), Franklin reconoció que se trata de una empresa muy difícil por la competencia de Holanda, el primer exportador mundial de flores.

Además, según Franklin, el suyo es un negocio que «se asemeja más al de la moda que al de la agricultura».

«Son un bien suntuario, un negocio en el que la renovación de variedades es fundamental. La flor es un producto que transmite sentimientos, nuestra competencia no es la producción de Ecuador o Kenia, sino una botella de vino o una caja de bombones», dijo.

Esa percepción es compartida por Julián Herrera, gerente del cultivo Flora Export, con 20 hectáreas de sembradíos a las afueras de Bogotá que producen cerca de un millón de rosas mensuales.

«En esta temporada exportamos principalmente rosas rojas. La favorita en estas fechas es la llamada Freedom, que tiene gran cabeza y buena durabilidad en el florero», explicó Herrera.

Para escoger las flores de exportación es muy importante el tallo, que sea grueso y recto de manera que quede bien en un florero al que llegará al cabo de un viaje que puede durar hasta cinco días.

Ese trayecto lo realizan en camiones refrigerados a 4 grados centígrados que las llevan al aeropuerto, donde son pasadas a cuartos especialmente acondicionados y enviadas en vuelos exclusivos. AFP