
Dos hermanos colombianos integrantes de una banda latina, y acusados de apuñalar mortalmente a otro joven, de origen ecuatoriano, en un tranvía en la ciudad española de Valencia (este) en enero de 2010, admitieron hoy el crimen, por el que se han solicitado penas de 10 años de prisión.
La Fiscalía ha pedido asimismo que los procesados, a los que atribuye un delito de homicidio, indemnicen con 100.000 euros (unos 136.600 dólares) a la familia de la víctima.
El juicio, celebrado con jurado, quedó hoy visto para sentencia a la espera del veredicto del tribunal, después de que los procesados reconocieran los hechos y las partes conformado la pena.
Según se declara probado, el 1 de enero de 2010 Christian Fernando H.Y., alias «Splinter», estaba en la parada de metro acompañado de dos amigas, por entonces menores de edad.
En el interior del metro, los tres observaron la presencia de jóvenes de distintas bandas de origen latino enemigas entre sí, a una de las cuales había estado vinculado Christian.
Comenzó una pelea dentro del vagón y, en el transcurso de la misma, la víctima fue reconocida por los miembros de la banda rival, por lo que, al parar el tranvía, el joven salió corriendo.
Entonces, los procesados, Miler Alexander F.B, alias «Foggy», y Jonathan Omar F.B., alias «Sombra», junto a otros colegas, fueron tras Christian, le alcanzaron y le dieron patadas.
Miler Alexander se situó encima de Christian y le asestó dos puñaladas, según reconoció.
La víctima se levantó unos instantes, hasta que cayó al suelo mientras sangraba por el pecho.
Un policía atendió al joven hasta que llegaron los servicios médicos, que no pudieron más que certificar su muerte.
El chico presentaba dos heridas inciso punzantes, una de las cuales, en la cara anterior del tórax, le seccionó el pericardio y la pared del ventrículo derecho del corazón y le causó la muerte.
Tras la agresión, y después de que se percataran de la intervención de la Policía, los acusados salieron corriendo hasta que fueron detenidos.
En un cacheo posterior, los agentes intervinieron a Miler Alexander, escondida en la ropa interior, una navaja tipo mariposa con cachas de color negro y con la hoja manchada de sangre que, según se constató luego, se correspondía con la de la víctima.
El padre de la víctima expresó hoy su «indignación» ante una petición de condena que le ha parecido «una burla». EFE

