Judicial

Cae banda de extrosionistas liderada por un adulto mayor

Se trata de la banda autodenominada “La Sabana”, compuesta por nueve personas, quienes mediante el hurto a establecimientos comerciales, la extorsión a ganaderos y el secuestro de bienes bajo la intimidación a nombre de supuestos grupos “paramilitares”, obtenía ganancias cercanas a los 50 millones de pesos mensuales.

La actividad delincuencial desplegada por esta organización, se extendía, además de Bogotá y La Sabana a varios municipios de la Provincia del Bajo Magdalena, incluidos Guaduas, Chaguaní y San Juan de Rioseco.

Lla Policía Nacional capturó en las últimas horas a todos los integrantes de la banda, cada uno de los cuales cumplía funciones específicas de acuerdo con las modalidades criminales a las que se dedicaban y a las órdenes impartidas por Francisco Reyes Arévalo, cabecilla principal de “La Sabana”.

Alias “Pacho”, como era conocido por sus cómplices, es un orfebre de 72 años de edad, quien utilizando como fachada un taller de joyas ubicado en el occidente de la capital de la República, coordinaba la comisión de hechos delictivos, la identificación de sus víctimas y la manera de eludir a las autoridades.

Durante las diligencias realizadas por la Policía Judicial, fueron incautadas seis armas de fuego de cuatro calibres diferentes, a la vez que fueron confiscados más de 1.900 cartuchos de munición escondidos en caletas acondicionadas dentro de un clóset, así como 15 proveedores, dos teléfonos celulares, una motocicleta y cerca de un millón de pesos en efectivo dispuestos para financiar el siguiente asalto.

En desarrollo de la Operación “República 180”, fue recuperado un tractor retenido por los delincuentes, quienes presionaban a su propietario para que les entregara la suma de 20 millones de pesos como contraprestación para devolvérselo.

Francisco Reyes Arévalo, Jesús Gómez Gómez, Arnold Ladino Carrillo, Johana Espitia Sarmiento, Pedro Contreras Quiroga, Carlos Julio Giraldo, César Augusto Ríos y Omar Morales Medina, capturados en Bogotá y varios municipios de Cundinamarca, fueron judicializados por extorsión, hurto agravado y calificado, y porte ilegal de armas.