El cabildante del Polo denunció que la obsesión por las ganancias de los operadores, es el causante del mal servicios y la accidentalidad en el Sistema de Transporte más utilizado por los capitalinos.
De acuerdo con el cabildante, “este sistema se diseñó como un fantástico negocio a favor de los concesionarios privados y en contra de los usuarios y el Distrito, donde el Estado invierte billones en la construcción de toda la infraestructura (troncales, puentes vehiculares, puentes peatonales, estaciones, predios, aceras y espacios públicos, ciclorutas, etc.), mientras que los concesionarios no invierten un solo peso pero la usufructúan».
La gran concentración de la propiedad y la presión por obtener las multimillonarias ganancias que hoy genera la operación de Transmilenio son directos responsables de la crisis que afronta el sistema que se expresa en la disminución de la calidad para el usuario y en el incremento de la accidentalidad, afirmó hoy el concejal Jaime Caycedo Turriago en debate convocado para analizar la situación de Transmilenio.
“Las cifras son contundentes: la ciudad aportó $5,1 billones en las fases uno y dos de Transmilenio; para la fase tres aportará $1,7 billones. Los operadores privados aportaron $0. A eso sumémosle lo que le ha costado al erario público la reparación de las losas, especialmente de las troncales Norte y Caracas construidas por el señor Peñalosa, hoy flamante candidato a la alcaldía: $58 mil millones para reconstruir 7.613 losas dañadas.
Lo peor es que faltan más de 19 mil losas por reparar que costarán a la ciudad más de $192 mil millones, sin contar los requerido para cubrir la interventoría”, señaló Caycedo Turriago.
Continuó el concejal Caycedo señalando que, sin embargo, los operadores privados recibieron $4,4 billones, es decir el 94,7% del total de los ingresos, mientras que el distrito apenas percibió $249 mil millones que debió destinar por completo al mantenimiento de las estaciones, la vigilancia y el aseo de las mismas y no a reinversión. “Lo más sorprendente de todo esto es que la mayor tajada se la llevan no los transportadores en sí mismos si no los recaudadores y la fiducia que maneja los recursos. Es un negocio principalmente financiero”.
Causa de accidentalidad y problemas para usuarios
Caycedo culpó a la obsesión por las ganancias para los operadores privados de la desmejora en los servicios como de la accidentalidad del sistema. “Como a los concesionarios privados se les paga por kilómetro recorrido, entre menos buses circulen menos dinero les transfiere Transmilenio. Por eso es que se retienen los buses en los portales y se generan enormes congestiones en las estaciones a lo largo de las troncales. Esta es una gestión irresponsable y totalmente irrespetuosa con el usuario. Por lo demás, quienes ganan a manos llenas, independientemente de si los buses circulan o no en las frecuencias establecidas, son Angelcom como recaudador y la fiducia que administra el recaudo, pues ellos ganan porcentaje por pasajero transportado, no por kilómetro recorrido”, declaró.
Por otra parte denunció que el sistema tiene en su seno un peligroso cóctel que está determinando buena parte de la alta accidentalidad. “Especialmente las troncales Norte y Caracas presentan un lamentable estado de las vías, con enormes desniveles y huecos que hacen muy peligrosa y estresante la conducción de estos enormes buses de 30 toneladas de peso. A eso hay que agregarle la constante presión ejercida por los controladores sobre los conductores para que cumplan los itinerarios. A ellos se les exige cumplir los horarios como si las vías y el sistema de semaforización funcionaran correctamente. Esta combinación es letal para la seguridad de los pasajeros”, indicó el concejal del Polo Democrático Alternativo.
Insistió en las sustanciales diferencias salariales que existen entre los conductores del sistema y en las difíciles circunstancias en las que deben ejercer su trabajo. “La famosa “tabla partida”, que no es otra cosa que la imposición a los conductores de dividir su jornada en dos, una de cuatro horas en las horas pico de la mañana y otras cuatro en las horas pico de la tarde. Eso, finalmente, lleva a que los conductores estén disponibles por más de 12 o 14 horas diarias lo que no sólo constituye violación flagrante de la legislación laboral, sino que presiona alta inseguridad en el manejo de estos buses por el cansancio y las pocas horas de sueño a que se ven sometidos”, denunció Caicedo Turriago.
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