El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció que solo si las familias de las víctimas del ataque de que fue blanco por policías el 30 de septiembre pasado en Quito le dan autorización, les concederá el indulto.
Correa hizo el anuncio en la ciudad de Riobamba, 120 km al sur de Quito y sostuvo que no tiene inconvenientes en otorgar el indulto a los policías que lo atacaron en el Regimiento Quito Nº 1, siempre y cuando le presenten disculpas al país por lo que hicieron.
El mandatario ha denunciado que fue objeto de un intento de golpe de Estado durante el cual se le atacó con gases lacrimógenos y se le violentó, mientras algunos policías gritaban mátenlo, mátenlo!!.
Durante la revuelta en un destacamento policial, al noroeste de Quito, murieron varias personas, civiles, y otras resultaron heridas. El asunto aún es objeto de investigación y algunos policías se han disculpado y pedido perdón a Correa quien no ha tomado una decisión al respecto.
El mandatario aclaró que a los francotiradores que dispararon desde los exteriores de la Policía Nacional y que provocaron muertos entre sus propios compañeros y civiles, no podrá disculparlos sin que las familias de las víctimas lo autoricen.
“Otra cosa son los francotiradores que dispararon a mansalva al pueblo desarmado, ahí los que deberían otorgar el indulto son los familiares de los caídos y (yo) solo otorgaría el indulto, previo al consentimiento de sus familiares”, argumentó el primer mandatario.
Correa también abordó el tema de la libertad de expresión y reiteró que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos puede visitar a Ecuador “cuando quiera” para investigar la situación, tal y como lo sugirió un grupo de periodistas en una audiencia en la sede de ese organismo, en Washington.
“Pueden venir a revisar lo que quieran, no tenemos nada que ocultar”, dijo Correa dirigiéndose a Catalina Botero, relatora de Derechos Humanos, y a los máximos directivos de la CIDH.