Las autoridades cerraron este viernes los accesos al pueblo de Chaitén, en el sur de Chile, donde sólo quedaban animales tras la evacuación de sus más de 4.000 habitantes por la erupción del volcán del mismo nombre, mientras sus cenizas llegaban ya a Buenos Aires.

Una barrera policial en la localidad de Puerto Cárdenas, a unos 40 km de Chaitén, impide el paso de toda persona al pueblo, siguiendo una evacuación obligatoria en un radio de 30 km del macizo, que entró en erupción hace una semana.

Otro grupo de personas se encontraba en la Villa Santa Lucía, un pequeño poblado agrícola distante unos 80 km de Chaitén.

Los últimos habitantes que se resistían a la evacuación fueron retirados por la fuerza el jueves, aunque no pasó lo mismo con unas 600 mascotas y varios miles de animales, los únicos que permanecen en el poblado.

No había un plan de evacuación para ellos, por lo que se encontraban abandonados a su suerte y algunos deambulaban desde hace días por las calles del pueblo.

La preocupación de autoridades y vulcanólogos es que la densa nube de cenizas y gases sostenida por la erupción del macizo, caiga abruptamente a tierra arrasando con todo a su paso.

El volcán, ubicado a escasos 10 km del pueblo, mantiene la fuerte actividad eruptiva que inició hace una semana, aunque en las últimas horas no se habían escuchado explosiones, según la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi).

«La situación se mantiene estable. No hubo nuevas explosiones, pero no se puede hablar de una disminución» del proceso eruptivo, dijo a la AFP una vocera de la oficina de emergencias.

La situación motivó a la presidenta Michelle Bachelet a viajar este viernes por segunda vez a la zona afectada. La mandataria tenía previsto llegar a la ciudad de Puerto Montt, a unos 200 km de distancia de Chaitén, donde visitará un albergue y se reunirá con el ministro de Defensa, José Goñi, dedicado de forma exclusiva a atender la emergencia.

En total, la erupción del volcán Chaitén motivó el desplazamiento de más de 5.000 personas. Además de los habitantes de Chaitén, unos 1.000 pobladores de Futaleufú -a 70 km- fueron también evacuados. No hay claridad sobre cuándo podrían retornar a sus hogares.

La mayoría de las familias desplazadas han sido acogidas por familiares o amigos en las vecinas localidades de Puerto Montt, Osorno y la isla de Chiloé. Un porcentaje menor -en torno a las 600 personas- permanecen albergados en colegios.

En Santiago las autoridades anunciaron que la localidad de Palena, que está fuera de la zona de peligro, se convertirá provisionalmente en la capital de la provincia del mismo nombre, en lugar de Chaitén, para iniciar la fase de reapertura de servicios públicos.

El Gobierno además condonó deudas tributarias y congeló por cuatro años el pago de contribuciones a los bienes raíces de todos los afectados.

La dirección de los vientos seguía esparciendo este viernes las cenizas emanadas por el volcán por el territorio argentino, donde se habían expandido por siete provincias y llegaba ya a la ciudad de Buenos Aires, causando perturbaciones en el tráfico aéreo.

Goñi se reunió el jueves con el vicepresidente argentino Julio Cobos en la sureña Bariloche, donde coordinaron una eventual evacuación de miles de cabezas de ganado chileno por la provincia argentina de Chubut, entre otras medidas.

Bachelet agradeció la cooperación de las autoridades argentinas, en especial de la presidenta Cristina Kirchner.