Catorce millones de alimentos diarios destinados por el ICBFa los niños y a los ancianos más pobres de Colombia y cuatro billones de pesos que tendrá Bienestar Familiar de presupuesto en el año 2012, le quitan el sueño a los carteles de la corrupción. La representante, Ángela María Robledo, puso ayer al descubierto ante la Comisión Séptima de la Cámara, cómo se han ido extendiendo las redes de la contratación del Bienestar Familiar.
Según Robledo, la contratación de Bienestar Familiar hoy está literalmente cooptada por una familia de apellido Torrado, a cuya cabeza se encuentra un senador, oriundo de Norte de Santander.
Pese a estar embargado, el ICBF le entregó al «Cartel de los Torrado», 11 contratos por 4 mil 200 millones de pesos para alimentar niños y ancianos en todo el país. Denuncias de la comunidad de beneficiarios han puesto en evidencia la distribución de alimentos podridos o en descomposición, raciones de baja calidad y con mala presentación. Sin embargo, las directivas del Bienestar Familiar sigue sin tomar decisiones.
La congresista Ángela María Robledo reveló que comisiones de la Contraloría General de la República y de la Procuraduría General de la Nación han adelantado visitas fiscales y disciplinarias a 12 regionales del Bienestar Familiar, en donde han confirmado muchas irregularidades.
Robledo recordó que antes las contrataciones se hacían con organizaciones locales o regionales, con asociaciones de padres de familia. La directora actual de Bienestar Familiar, Elvira Forero, resolvió concentrar esos «negocios» y entregárselos al «Cartel de los Torrado», seguramente -dice ella- pagando favores políticos.
Pese a la gravedad de estas denuncias, los miembros de la Comisión Septima de la Cámara de Representantes, resolvieron echarle tierra al tema y seguir con el «siguiente punto del orden del día».
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