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Opositores piden que Noriega no tenga beneficios en Panamá

Antiguos opositores del ex dictador Manuel Antonio Noriega exigieron el viernes que el otrora hombre fuerte panameño cumpla en la cárcel las condenas que le esperan al ser extraditado el domingo desde Francia.

Un centenar de integrantes de la Cruzada Civilista, que impulsó protestas callejeras durante el régimen de Noriega, así como familiares de las víctimas de la era castrense (1968-89) se manifestaron el viernes en el centro de la capital para exigir que el extraditado general no goce de privilegios al cumplir en prisión las condenas que tiene pendientes en el país.

Vestidos de blanco y portando banderitas del mismo color, los manifestantes se tomaron un tramo de la calle 50 y desplegaron pancartas en que se leían «Noriega asesino debe ir para la Joya no para su casa ni celda de lujo». La Joya es una prisión de máxima seguridad en las afueras de la capital.

«Es una protesta para llamar a que Noriega cumpla en totalidad sus condenas», dijo a The Associated Press el empresario Aurelio Barría, uno de los antiguos líderes de la cruzada y quien fue exiliado por el régimen de Noriega (1983-89).

La Cruzada Civilista, a la que Noriega acusó de sedición y reprimió, surgió en 1987 tras revelarse informes de que el poder militar conoció y participó del fraude electoral registrado en los comicios de 1984.

El retorno de Noriega a Panamá está previsto para el domingo. Arriba desde Francia en donde el año pasado fue condenado a siete años de prisión por lavado de dinero, pero las autoridades de París accedieron a un pedido de extradición de Panamá.

La Cancillería informó el viernes en un comunicado que Noriega tendrá una última revisión médica el sábado previo al viaje trasatlántico. El ex mandatario sufre algunas secuelas de un derrame cerebral sufrido hace años, según sus abogados en el extranjero.

El Procurador de la Nación o fiscal general José Ayú Prado se sumó en París a la comitiva que tramita el traslado de Noriega, agregó el comunicado.

Carmenza Spadafora, hermana del médico y opositor Hugo Spadafora asesinado en 1985 y quien también está entre quienes convocaron a la manifestación del viernes, consideró que la protesta también es «para decirle al gobierno qué se ha hecho con las víctimas».

Spadafora fue encontrado decapitado en un punto de la frontera entre Panamá y Costa Rica, en un hecho por el cual Noriega fue condenado en ausencia a 20 años de cárcel.

El ex hombre fuerte, de 77 años, será repatriado por Francia después de haber pagado allí prisión desde el 2010 por una condena de blanqueo de capitales y casi dos décadas en una prisión de Estados Unidos por cargos relacionados con el narcotráfico.

Los antiguos detractores de Noriega rechazan que a su retorno se le vaya a aplicar un artículo del Código Penal que establece la medida de casa por cárcel a prisioneros mayores de 72 años y de frágil salud.

Barría explicó que si bien eso tendrá que decidirlo las autoridades judiciales, la norma no aplicaría a los condenados por delitos de lesa humanidad o acusados por desapariciones forzadas.

Mario Rognoni, un amigo de Noriega y que le sirvió de traductor en el momento de crisis, dijo a The Associated Press que el general jubilado «no viene en la mejor salud. Tiene ya una avanzada edad y la ley le permite al juez determinar que él cumpla la condena en su casa».

Además de la condena por el crimen de Spadafora, Noriega fue sentenciado por el fusilamiento del líder de una asonada golpista, el mayor Moisés Giroldi y la masacre de varios militares que participaron en esa rebelión de octubre de 1989.

«Exigimos la cárcel para él (Noriega) y su pandilla por asesinos y porque no han mostrado arrepentimiento», reclamó en la manifestación Maritza Giroldi, hermana del mayor fusilado.

Noriega también enfrenta un proceso por la desaparición de un dirigente comunitario y sindical ocurrido a comienzos de 1970. AP

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