Las ciudades de Cúcuta, Riohacha y Manizales continúan hoy en emergencia por falta de agua potable, debido a que sus acueductos resultaron afectados por el crudo invierno.

En la capital de Norte de Santander, un alud de tierra rompió la tubería del oleoducto Caño Limón-Coveñas y el crudo se vertió sobre el río Pamplonita, del cual se capta el agua para el acueducto por lo cual se debió suspender el vital servicio para Cúcuta y municipios vecinos.

La ciudad de Riohacha, la capital guajira, completa seis días sin el preciado líquido por una avalancha del río Tapias, que destruyó la bocatoma del acueducto.

La ciudad de Manizales, el 75 por ciento de los habitantes está con racionamiento, mientras que el 30 por ciento restante, está sin servicio domiciliario.

En todos los tres casos, no se vislumbra una solución antes de quince o veinte días.