Dos casas caídas y una más agrietada, además de un gran colapso en el tránsito, por el enorme cráter que se abrió en la carrera 11 con calle 98, al norte de la capital de la república, deja ya la construcción de un gigantesco edificio de más de seis mil metros cuadrados.

La emergencia tiende a agravarse debido a que el agrietamiento del suelo rompió los tubos del acueducto y del alcantarillado y hay filtraciones que pueden socavar más el terreno, según lo reportaron vecinos del sector a través de Radio Santa Fe.

Las casas destruidas están ubicadas una detrás y otra al lado de la edificación en construcción, mientras en la calzada de la carrera 11 sigue agrandándose el cráter que se abrió.

Tal como oportunamente lo informó el Noticiero Santa Fe, en el lugar se abrió un enorme cráter, de aproximadamente 15 metros de diámetro, por la construcción del edificio Cooperativo El Pijao, para oficinas de empresas financieras.

Vecinos del sector indicaron que hacia las dos de la madrugada sintieron un temblor y posteriormente se percataron del hundimiento del terreno.

Afirmaron que la construcción del edificio se inició hace más de un año y que desde hace unos 2 meses y medio comenzaron a agrietarse los andenes.

El hundimiento y los agrietamientos han afectado alrededor de 40 locales comerciales del sector y otras edificaciones ubicados entre las calles 94 y 100 y las carreras 11 y 15.

Pese a que desde muy temprano se dio la alarma, solo hacia las 9 de la mañana se presentaron en el lugar un ingeniero asesor de la alcaldía de Chapinero de nombre Silvano Parra y la subdirectora de la Movilidad Aida Luz Ospina.

El ingeniero admitió que desde un principio la construcción del edificio, iniciada hace más de un año, registró problemas, debido a la inclinación del terreno.

Añadió que el problema se acentuó con la excavación para los sótanos y que con los constructores se estuvo hablando, incluso hasta anoche, sobre la forma de mitigar los riesgos ocasionados por los problemas del terreno, hecho que calificó de “fortuito”.

La construcción del edificio, de seis pisos y 32 metros de alto, destinado a oficinas, fue aprobada por la curaduría número 4 a la firma Gel Fiduciaria.