
Tras las protestas de grupos de activistas, un tribunal egipcio ordenó el martes a los gobernantes militares del país que suspendan la aplicación de «pruebas de virginidad» a las mujeres detenidas.
La demanda por este tipo de prácticas fue interpuesta por Samira Ibrahim, una gerente de marketing de 25 años, luego de ser víctima de estas pruebas tras su arresto durante una protesta el pasado 9 de marzo.
«Los militares me torturaron, me etiquetaron como una prostituta y me humillaron forzándome a las pruebas de virginidad realizadas por un doctor hombre, en las cuales mi cuerpo estuvo expuesto mientras los soldados observaban», dijoç la mujer.
Por atreverse a denunciar, Ibrahim dijo que enfrentó amenazas de muerte, mientras que El grupo activista Human Rights Watch dijo que durante las protestas, al menos siete mujeres fueron sometidas a las pruebas.
«Este es un caso para todas las mujeres de Egipto, no sólo mío», dijo Samira Ibrahim, de 25 años, que fue arrestada y luego habló sobre la forma en que la habían tratado.
La semana pasada se conocieron imágenes, que causaron indignación en Egipto y en todo el mundo, donde se mostraban soldados que arrastraban a mujeres manifestantes jalándolas del cabello, las pisoteaban y dejaron a una medio desnuda en la calle durante una intensa represión sobre los activistas.
Según dijo Heba Morayef, investigadora sobre Egipto en Human Rights Watch, el fallo «tiene una importancia enorme no sólo porque llega después de escenas de agresión sexual y golpizas a mujeres por parte de las tropas militares».
«También es importante porque es la primera vez que una corte civil reconoció y criticó abusos de los militares», anotó la activista.
