Una niña afronorteamericana, quien no habla español, fue deportada en 2010 a Colombia por error del Departamento de Inmigración de Estados Unidos (DIEU), reportó hoy el diario Houston Chronicle.
La chica de 14 años, Jakadrien Turner, huyó de su casa en Texas hace dos años tras el divorcio de sus padres y el fallecimiento de su abuelo.
Su abuela, Lorene Turner, la estuvo buscando todo el tiempo sin tener éxito hasta diciembre pasado.
Es incomprensible cómo una muchacha estadounidense que solo habla inglés fue enviada a Sudamérica sin pasaporte y sin nada. Ella me contó que ha estado limpiando casas para poder subsistir, comentó la señora Turner.
Presuntamente Jakadrien fue detenida por la policía de Houston a mediados de 2010 y entregó un nombre falso a las autoridades. Agentes de inmigración la confundieron con una criminal colombiana y la expulsaron de Estados Unidos, sin más averiguaciones.
El portavoz del DIEU, Brian Hale, explicó que la agencia federal, en conjunción con el Departamento de Seguridad Interior, inició una amplia investigación interna para esclarecer como este error pudo suceder.
Trascendió que la joven permanece en una instalación correccional colombiana y las autoridades de ese país argumentaron que no la liberarán hasta que sean aclarados todos los pormenores del extraño incidente.
Durante su campaña en 2008, el presidente Barack Obama prometió una reforma integral para intentar normalizar el estatus de los casi 12 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula residen en Estados Unidos.
Sin embargo, en 2011 el número de deportaciones batió un récord: 400 mil personas fueron expulsadas de este país. Además otros miles de extranjeros permanecen detenidos a la espera de que se resuelvan sus expedientes.
Los repatriados no pueden volver a pisar Estados Unidos en 10 años. Para regresar antes de ese plazo necesitan un documento especial conocido como “perdón”.
La administración Obama anunció que adicionalmente revisará “caso por caso” los procesos judiciales de otros 300 mil indocumentados que afrontan trámites de deportación.
De los 400 mil deportados el año pasado, el 45 por ciento no tenía ningún antecedente penal.