La Policía Nacional capturó a uno de los delincuentes más buscados en Venezuela. Se trata de Miguel Antonio Partidas Morell, jefe de sicarios de una organización narcotraficante con influencia sobre el Golfo de Maracaibo y tentáculos en Uribia y Maicao, en la Guajira colombiana, a través de una alianza con la banda criminal de “Los Rastrojos”.

Alias “Catire”, quien fue capturado por efectivos de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) en este último municipio, es requerido mediante circular roja por el homicidio del fiscal nacional de Venezuela, Carlos Enrique Lugo Meléndez, asesinado en Mayo de 2008 cuando transitaba por una avenida de la capital del Estado Fálcon, donde fue alcanzado por una pareja de motorizados que le propinó seis disparos. El funcionario, quien estaba a punto de casarse, era responsable de investigar el uso de al menos 16 pistas clandestinas al servicio del narcotráfico, proceso que permitió además la destrucción de más de 4 toneladas de cocaína en el vecino país.

Partidas Morell se había refugiado en Maicao, huyendo de la presión de las autoridades venezolanas, y aprovechando esa clandestinidad se convirtió en enlace de “Los Rastrojos” para apoyar a la banda criminal en la exportación de estupefacientes desde El Zulia, así como en el ajuste de cuentas mediante la comisión de homicidios selectivos en la zona de frontera.

“Catire”, de 28 años de edad, fue puesto a disposición de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Fiscalía General de la Nación, a fin de que se adelanten los trámites necesarios para su entrega a las autoridades venezolanas, ante las cuales deberá responder por homicidio intencional calificado, delito que supone una pena de hasta 26 años de prisión en ese país.