La Fiscal Vivian Morales acaba de anunciar su renuncia irrevocable al cargo, luego de la determinación del Consejo de Estado de anular su elección.

El anuncio lo hizo en una declaración de despedida que hizo ante los funcionarios de la fiscalía, acompañada de su esposo el exguerrillero y excongresista Carlos Alonso Lucio.

En su intervención hizo una energica defensa de la labor que desarrolló.

«En mi gestión no hubo intocables», aseguró Vivian Morales, tras señalar que en año y medio al frente del organismo desmontó el mito de que la justicia es solo para los de ruana.

«Cuando se hace justicia se alegra el gusto y tiembla el malhechor», precisó.

Vivian Morales –quien advirtió que al terminar su intervención iría directamente a la Corte Suprema de Justicia a presentar renuncia irrevocable–, dijo que en su gestión no favoreció a los pobres ni favorecio a los grandes, ni tampoco engavetó procesos ni ejerció presiones contra los fiscales para que congelaran investigaciones.

La funcionaria señalo que entrega la Fiscalia con un nuevo espiritu, alejada del clientelismo y la politiquería.

En cuanto a su anticipado retiro del cargo, Vivian Morales señalo que lo hacía porque no podía actuar en su calidad de interina en importantes procesos, entre los cuales citó el del exministro Andrés Felipez Arias por el escandalo de Agro Ingreso Seguro.

Advirtio que estos procesos, que tras la imputación de cargos dejan de ser responsabilidad de la fiscalía, han sufrido inexplicables dilaciones y aplazamientos.

Vivia Morales agradeció al Presidente Juan Manuel Santos por su postulación al cargo e hizo un gran reconocimiento al trabajo de los funcionarios que estuvieron bajo su mando, a quienes les pidió seguir adelante con el mismo empeño.

Tambien agradeció a su esposo Carlos Alonso Lucio por guardar silencio frente a los «ataques e insultos» de que tanto él como ella, fueron víctimas y sobre las cuales acusó a algunas periodistas y algunos medios de comunicación con el ánimo de provocar su renuncia.

Sin embargo dijo: «Ni el país creyó sus mentiras, ni yo cedí a sus presiones».