La Crónica Radio Santa Fé

Volvamos a la casa de Dios y así firmaremos la verdadera paz: Padre Marino

Buenos días con Jesús…
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El Evangelio de hoy es el del hijo prodigo, el hijo que deja su casa y se va por el mundo.

Nosotros muchas veces abandonamos la casa del Padre, la presencia de Dios, porque olvidamos las buenas acciones, la palabra, las oraciones, la solidaridad y nos encerramos en el egoísmo.

En este momento estamos mal gastando el tiempo, la vida y las capacidades intelectuales; desperdiciamos nuestras fuerzas, botamos el dinero, no valoramos el amor.

Vivimos una situación de abandono, nos alejamos cada día más de la presencia del Señor, aquel que, como el padre del hijo prodigo, siempre está en la puerta de la casa con los brazos abiertos esperando a su hijo.

Y ese hijo prodigo, que llega con dolor de corazón, reconoce su pecado, el de abandonar a su padre, regresa feliz a la casa y el padre hace fiesta.

Justamente se trata de como regresar por los caminos de la paz, de la solidaridad y la armonía, pero esto solo se logra si vamos a nuestro corazón, el cual es el centro de la existencia.

El corazón es alabanza a Dios, es el centro de adoración, lo podríamos llamar el tabernáculo, el sagrario donde usted y Dios se comunican.

Volvamos otra vez a los buenos caminos, no nos cuesta nada, dejemos la violencia familiar, dejemos tantos odios regresemos al mejor camino, continuemos en la casa de Dios, que si volvemos al Señor, vamos a firmar la verdadera paz.

Buenos días con Jesús…