
Los dueños de Transmilenio responsabilizaron hoy al alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro de las graves y protuberantes deficiencias del sistema, incluido “el trato inhumano, como si fueran animales” que se le da a los usuarios.
En diálogo con Radio Santa Fe, el vocero de los operadores de Transmilenio Víctor Martínez, aseguro: “Nosotros no somos responsables de la congestión; es el alcalde”.
Añadió que Petro ha venido atacándolos con un discurso político, de campaña proselitista, y no ha querido aceptar una discusión abierta con ellos sobre temas técnicos y económicos, que son los reales causantes de los problemas que enfrenta Transmilenio.
Martínez dijo que Petro «se lava las manos y echa el agua sucia a los operadores», pues subrayó que si los problemas persisten es porque el alcalde no ha tomado decisiones frente a las propuestas que han presentado los operadores, entre las que citó el aumento de la flota de articulados y de alimentadores, la ampliación de estaciones que registran mayor congestión, la ampliación de los sistemas de recaudo o venta de pasajes, la rehabilitación de las calzadas y el mejoramiento de la semaforización.
Señaló que también plantean la habilitación de un tercer carril de uso exclusivo para el sistema, construir nuevos retornos y pasos a desnivel, reducir las intersecciones y priorizar los semáforos para el tránsito de Transmilenio para ir superando las dificultades que actualmente tiene la troncal de la Caracas.
Subrayó que la incorporación de más articulados es fundamental para aumentar frecuencias y reducir la congestión, pero la administración Distrital no ha querido tomar una decisión.
Advirtió que para traer más buses no solo articulados, sino alimentadores, puede demorar 8 meses y señaló que mientras se realiza el proceso, se podrían adquirir o comprar vehiculos tradicionales y pintarlos de verde para atender la demanda de alimentadores.
Martínez aseguró que Petro, como los alcaldes de los últimos ocho años de la capital, no quiere a Transmilenio y quiere prácticamente borrarlo del mapa.
De otro lado, Martínez, quien dijo representar a 800 socios, antiguos o tradicionales transportadores de la ciudad, negó que los operadores de Transmilenio se estén enriqueciendo.
Aseguró que la rentabilidad que perciben no supera el 5 por ciento, por cuanto les corresponde costear la operación de la flota de articulados y de alimentadores, que incluye combustible, llantas, lubricantes, aseo y vigilancia de las estaciones.
“No nos presentamos como la pobre viejecita, pero el negocio es moderadamente rentable”, afirmó.
«No ganamos por buses llenos, sino por kilómetro de recorrido», señaló y complementó: «Ganamos lo mismo si el bus va lleno o vacío».
También señalo que no están ejerciendo ninguna presión contra el alcalde y que por el contrario «nos presentamos como aliados», pero añadio que no han tenido correspondencia de parte del funcionario.
Martínez consideró justas y legítimas las protestas de los usuarios, pero no los desmanes.
Admitió que ciertamente se da «un trato inhumano, como si fueran animales», pero añadió:
«Las soluciones son decisión del alcalde».
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