Colombia espera entrega de Juan Carlos Calle Serna por parte de Ecuador
Tras conocerse la noticia de la captura de Juan Carlos Calle Serna, cabecilla de la banda narcotraficante ‘Los Comba’, por parte de autoridades ecuatorianas, la justicia colombiana espera que el hermano intermedio de los Calle Serna, sea entregado en las próximas horas, para su judicialización ante la Fiscalía General de la Nación.
De acuerdo con las autoridades del vecino país, la captura de Calle Serna, quien estaba solicitado por circular roja de Interpol, se registró sobre las 6:00 de la tarde del viernes, a la salida del lujoso conjunto residencial Auki Chico, localizado en la parroquia de Lumbisí, nororiente de Quito.
La Policía Colombiana indicó que Juan Carlos Calle Serna, esta sindicado de fungir cómo cabecilla internacional de “Los Rastrojos”, y llevaba radicado en el Ecuador hace mas de cinco años, tiempo en que generó un amplio control territorial del negocio ilícito y lavado de activos a través de empresas fachada especialmente en las ciudades de Quito y Guayaquil.
Al parecer de las autoridades, era el encargado de administrar contactos internacionales para el paso de cocaína desde Colombia y Bolivia, hacia Ecuador, utilizando a Perú como zona comercialización y tránsito para el envío posterior hacia los mercados europeos como destino final del alcaloide; así mismo, encomendado por sus hermanos para realizar alianzas estratégicas con organizaciones criminales y de narcotráfico en Suramérica.
Juan Carlos es hermano de Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna, alias los “Los Comba”, con quienes desde hace más de 7 años, ha estado vinculado a “Los Rastrojos” especialmente en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Eje Cafetero, donde acopió el negocio del narcotráfico, acompañado con estructuras sicariales y oficinas de cobro a través de las cuales se generó una gran ampliación de la zona de cobertura e influencia a nivel nacional.
En Ecuador Juan Carlos Calle, utilizaba una cobertura como comerciante de materiales textiles, negocio a través del cual creó en coordinación con colaboradores ecuatorianos, empresas fachadas que funcionaban como “boutiques” para la venta de ropa exclusiva, a través de las cuales generaba el blanqueo de capitales.