Debido a que la compra y venta de celulares robados genera una gran movida en la capital, la Alta Consejería para la Seguridad Ciudadana, junto a los ministerios de Defensa y Comunicaciones, tomaron la decisión de cerrar todo los establecimientos que vendan celulares de dudosa procedencia.

La medida comenzará el primero de octubre en Bogotá, y luego se extenderá a las principales ciudades del país, donde se registra mayor número de robo de celulares.

La estrategia se lleva a cabo por parte de la Policía Nacional, quien se encuentra realizando un censo por los diferentes establecimientos de la ciudad que venden celulares, para registrar quienes están trabajando en el marco de la ley.

Se espera que de aquí al primero de octubre ya se tenga el censo realizado, para comenzar con el sellamiento de los locales que no cumplan con los requisitos de ley garantizan a los usuarios, que los teléfonos no son robados.

Para disminuir el tráfico de celulares robados en el país, la Policía hizo un llamado a las empresas de telefonía móvil, para que colaboren entregando más oportunamente la base de datos de los teléfonos reportados. Al igual aclaró que en este momento, la institución no está facultada para detener a una persona que porte en la calle un celular robado.