El Gobierno colombiano suscribió el Tratado de Beijing, un documento que establece la normatividad internacional para la protección de los derechos de intérpretes o ejecutantes de obras audiovisuales.

El acuerdo, producto de 12 años de negociaciones, fue firmado por Felipe García Pineda, director nacional de Derecho de Autor, entidad adscrita al Ministerio del Interior y para quien este Tratado significa un hito en la historia, ya que suple el vacío que existía en el sistema internacional respecto a los artistas de obras audiovisuales.

“Los derechos reconocidos en el Tratado de Beijing permitirán a nuestros actores y actrices obtener beneficios económicos por la explotación internacional de sus interpretaciones o ejecuciones, con lo cual se estimulará su actividad artística”, explicó García Pineda.

El pacto multilateral amplía la garantía de los derechos patrimoniales a los actores de películas de cine, programas de televisión y medios digitales, otrora discriminados por la legislación en la gran mayoría de países del mundo y en los acuerdos multinacionales.

Con la suscripción del Tratado en mención, el Gobierno Nacional ratifica las normas que rigen en el país desde la puesta en vigencia de la Ley 1403 de 2010 o “Ley Fanny Mickey”, la cual desde hace dos años protege a los artistas y a sus obras audiovisuales de copias clandestinas, además de salvaguardar el derecho de los actores del uso no autorizado de su trabajo en televisión, cine y vídeo.

El actor y presidente de la Sociedad de Actores de Colombia, Juan Sebastián Aragón, expresó su satisfacción por la suscripción del Tratado de Beijing y lo calificó como un “reconocimiento que los países estaban en mora de hacer”.

“Cada vez se resalta más la importancia de la creación intelectual como método de desarrollo, y Colombia está consolidando una industria audiovisual muy interesante en la escena internacional. Me parece que este es un paso muy importante, y significa que vamos en la dirección correcta. En la Sociedad de Actores ya estamos mirando el tema para ver cómo se acompaña al Gobierno para que las leyes colombianas ratifiquen este tratado internacional”, concluyó el artista.

Adicionalmente, la firma del tratado significa un nuevo estímulo a la industria de la interpretación audiovisual, que en Colombia emplea a miles de actores y es una de las más dinámicas de América Latina.