Internacional

Cuatro muertos y 30 heridos durante protestas contra proyecto minero en Perú

Cuatro personas perdieron la vida durante dos jornadas de protestas contra el proyecto minero Conga, en la región norandina de Cajamarca, ante los desordenes el gobierno peruano invocó a las autoridades y líderes sociales a ser prudentes y guardar la calma frente a los violentos disturbios que también dejaron alrededor de 30 heridos.

Pocas horas después de que se conociera la muerte de un hombre producto de un balazo en el tórax en Bambamarca, capital de la provincia Hualgayoc, el ministro de Justicia, Juan Jiménez Mayor, reclamó «prudencia» a quienes ejercen liderazgo en esa región para evitar más violencia.

“Queremos invocar a las autoridades a ser muy prudentes y a acatar las normas; el estado de emergencia (sitio) es una disposición que se aprueba sobre la base de la Constitución para mantener el orden público y la paz social», sostuvo este miércoles por la noche el funcionario al salir de una reunión del Consejo de Ministros.

Jiménez agregó que el gobierno «no quiere conflictos, violencia ni muertes, por eso es muy importante que también las personas que tienen liderazgo sean muy prudentes cuando realizan sus actividades”, citó la agencia de noticias estatal Andina.

Respecto de la detención del activista antiminero Marco Arana, realizada por la Policía Nacional, explicó que se realizó en el marco del estado de sitio.

La detención de Arana, un sacerdote suspendido por la Iglesia católica que se convirtió en uno de los principales opositores al proyecto Conga en su condición de líder del Movimiento Tierra y Libertad, fue reflejada por el diario El Comercio como «una violenta intervención policial».

Según el periódico, Arana dio una breve rueda de prensa en la plaza principal de Cajamarca y luego los policías intentaron detenerlo. Entonces, «él ofreció resistencia» y «fue abofeteado y pateado en el suelo», hasta que «se lo llevaron en una camioneta».
También «recibieron empujones y golpes de parte de los policías» varios sacerdotes franciscanos de la catedral que intentaron defender a Arana.

«Me detuvieron, me golpearon mucho, dentro de la comisaría me volvieron a golpear, puñetes en la cara, riñones, insultos», afirmó Arana en su cuenta de Twitter.

Jiménez insistió en que la situación de Arana depende ahora del Ministerio Público, en el cual no interviene el Ejecutivo, y reiteró que la aprehensión se originó en las facultades que otorga el estado de sitio, que prohíbe el derecho de reunión.

“Esperamos que los fiscales a cargo dispongan de las medidas pertinentes y atinadas del caso”, subrayó.

Santa Fe con agencias

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