Bogotá Judicial

El microtráfico mueve más de 300 mil millones al año en Bogotá

La Policía reconoce la existencia de más de 500 de las llamadas “ollas” que expenden toda clase de estupefacientes al por menor.

La venta ‘al menudeo’ de marihuana, bazuco, cocaína, heroína y éxtasis, entre otras drogas psicoactivas, ya toma una instancia delictiva distinta, en la que asoman ya no simples bandas pequeñas de expendedores, sino verdaderas estructuras mafiosas que manejan millonarias sumas ilícitas.

El microtráfico permeó escuelas y colegios, así como residencias y moteles que arriendan «piezas» por horas para que hombres, mujeres y estudiantes de corta edad puedan drogarse sin la intervención de las autoridades.

A ello se suma que en sitios públicos y las conocidas zonas de “rumba” el microtráfico y el narcomenudeo crecen ante la mirada atónita de los ciudadanos. Pese a la vigilancia de las autoridades, las bandas de “jíbaros” se las ingenian para expender drogas tanto a habituales como a los ocasionales clientes

Lo que más preocupa a las autoridades es que estas bandas están ‘reclutando’ cada vez más a menores de edad que “primero se convierten en víctimas y luego en victimarios”. Aquí es claro que los cabecillas aprovechan que los niños y niñas son inimputables

Este flagelo trae consigo numerosos crímenes pero en materia de homicidios sus cifras son bajas pero los que ocurren casi siempre son por ‘ajustes de cuentas’ y por el llamado control territorial.

Los homicidios están asociados sobre todo en los fines de semana. En Bogotá se disparan por la ingesta irresponsable de bebidas embriagantes, la intolerancia y las riñas. Estos son factores fundamentales para que se presenten lesiones y homicidios

Un estudio reciente de la Alcaldía Mayor de Bogotá sobre el consumo de sustancias psicoactivas revela cifras dramáticas y permitió a la Administración llevar a cabo un análisis sobre la comprensión del fenómeno y la orientación de la política pública para enfrentarlo.

El estudio registra que los hombres consumen más drogas que las mujeres, en especial los jóvenes de 18 a 24 años, seguido por el grupo de 25 a 34 años.

También se detectó que la marihuana es la sustancia ilícita de mayor consumo en Bogotá, con un número aproximado de 125.000 personas que dicen haberla usado, de los cuales alrededor de 70.000 pueden ser considerados como abusadores o dependientes, entre ellos 60 mil hombres y 10 mil mujeres.

Mientras tanto, la cocaína ocupa el segundo lugar entre las sustancias ilícitas de mayor consumo, con cerca de 28.000 personas en la ciudad.

El estudio señala que aproximadamente unas 16.000 personas se ubican en el abuso o dependencia. Luego en tercer lugar aparece el bazuco, del cual se reporta un uso por parte de unas 7.000 personas, en su mayoría hombres de los estratos socio-económicos 1 a 3, de las cuales 83,3% se clasifica en las categorías de “abuso” y “dependencia”.

En cuanto a drogas sintéticas como el éxtasis, el estudio registra que unas 12.000 personas han consumido esta sustancia, mayoritariamente hombres, jóvenes con edades entre 18 y 24 años, de los estratos socio-económicos 4, 5 y 6.
Igualmente es analizado el consumo de inhalables, principalmente por jóvenes entre los 12 y 17 años de edad.
Finalmente se registró que en Bogotá también se consume heroína, pero en una reducida proporción.

Para la Policía Nacional, el narcomenudeo y el consumo de drogas no sólo afectan la salud pública y destruye la vida de miles de drogadictos, sino que generan graves fenómenos de inseguridad asociados. Las bandas controlan tanto la venta de estupefacientes como todo el espectro criminal del sector en donde operan, que incluye extorsión, prostitución, robo de pequeña y gran escala, comercio ilícito de autopartes robadas y otros elementos