Pepe Sánchez puede estar tranquilo, su nombre está marcado con tinta indeleble en las páginas de oro de la historia de la televisión colombiana. Sus cincuenta años y más de vida artística, lo definen como un actor comprometido, un guionista con alta capacidad de creación y un director sin precedentes.

Es realmente un maestro, de carne y hueso, que mira cómo la sociedad ha perdido los valores éticos de los que hablaban los mayores.

Desde los años 60, con su papel de «Chepito» en el divertido programa ‘Yo y tú’, empezaron a ser reconocidas sus grandes dotes de actor.

Sánchez debutó en la telenovela “Ha llegado un inspector” a principios de 1960. Desde ese entonces ha sido parte del elenco de muy numerosas telenovelas y director de muchas de ellas. También ha dirigido cortometrajes ganadores de varios premios.

La lección más sentida que le ha dado la vida en sus 77 años de vida artística ha sido el valor de la honestidad. “Yo creo que de ser honesto no se puede arrepentir nadie. La honestidad da sus frutos y sus recompensas. Ella ayuda al trato con los demás”, precisa.

Al creador de Don Chinche (1982) y Romeo y buseta (1988), la realidad de Colombia lo tiene agobiado. Del país pacífico en el que él nació ya no queda nada. “Mis primeras sensaciones de vida fueron en armonía con un país de mucha paz, pero hoy la realidad es otra. Hoy somos un país violento”, afirma con un gesto de preocupación en su rostro.

Con respecto a la situación que vive la televisión colombiana asegura que la parte comercial y el consumo ha hecho se pierda el valor de recrear y de ser responsable con el público. “El único compromiso que tiene la televisión es con el consumo. Se convirtió en una vitrina publicitaria para vender productos y para que la gente se endeude”.

Escrito por Daniel Mulford.