La Secretaria Nacional de Comunicación de Ecuador solicitó formalmente a la revista colombiana Semana que aclare su reportaje «Ecuador y los obstáculos contra la prensa» del pasado 12 de agosto, y el cual habnla de los obstáculos que enfrenta la prensa en ese país.
En un comunicado oficial, el mencionado Ministerio señaló que el semanario colombiano «publicó ese trabajo basado en testimonios inexactos y en interpretaciones falsas sobre la realidad que vive la prensa y la libertad de expresión» en Ecuador.
En una carta, firmada por el secretario Nacional de Comunicación de Ecuador, Fernando Alvarado, se detallan 13 observaciones a ese reportaje, el cual fue considerado como «un motivo de vergüenza para el periodismo, porque vulnera los principios básicos de la ética, ya que miente descaradamente a sus lectores».
Entre ellas, aclara que son inexactos los datos acerca del veto al Código de la Democracia, y señala que la iniciativa «no coarta el trabajo de los medios para informar sobre candidatos ni limita el derecho de la ciudadanía para recibir información sobre el proceso electoral».
El Gobierno del vecino país señaló que el reportaje se sustenta en entrevistas a Carlos Lauría y a César Ricaurte, dos personajes reconocidos por su oposición al Presidente Rafael Correa. Según la misiva aclaratoria, Lauría desde el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) ha realizado una campaña «intensa de desprestigio hacia el Gobierno (…) que mediante sus informes y documentos políticamente sesgados han intentado crear una información totalmente falsa sobre la situación de la prensa en el país».
En cambio, César Ricaurte, quien dirige Fundamedios, una ONG financiada por la USAID, manipula y omite información cuando asegura que el presidente Rafael Correa usa el Enlace Ciudadano para atacar a periodistas. La aclaración recalca que la molestia de Ricaurte se genera por el segmento la «Libertad de expresión ya es de todos», en el cual se han difundido casi 1000 aclaraciones a noticias publicadas por las empresas de comunicación. También se recuerda la posición política que han mantenido Ricaurte y Fundamedios, posición que ha sido cuestionada, por ejemplo por el periodista argentino Herman Schiller, quien se negó a recibir un premio a la libertad de expresión junto a él.
En el reportaje de Semana se señala que «que el presidente Correa se ha dedicado a regular los contenidos periódisticos con maniobras legales que le permiten castigar en forma expedita y discreta a los críticos de su gestión». El Secretario de Comunicación califica esa versión que «manipula» la información sobre los procesos legales emprendidos contra periodistas y medios de información y para comprobar su error minuciosamente explicó cada uno de los procesos jurídicos que recoge el semanario colombiano.
En el caso de la revista Vanguardia se informa que ese medio «no solo ha violado el derechos de sus trabajadores, sino que acarrea una serie de irregularidades, por eso el Ministerio de Relaciones Exteriores procedió con las multas respectivas».
Asimismo, se explica que el presidente Rafael Correa demandó por daño moral a los autores del Libro el Gran Hermano, porque en su libro ni en el proceso legal y de carácter civil lograron comprobar que el Mandatario haya conocido los contratos de su hermano Fabricio Correa con el Estado. A pesar que no se demostró esa versión, el presidente Correa decidió perdonar a los periodistas y no seguir con el litigio.
Otro cuestionamiento al trabajo de Semana es por su versión de arrestos a ciudadanos por expresar su pensamiento político. «El Jefe de Estado, Rafael Correa, no ha ordenado detener a ciudadanos por expresarse en contra suyo o de su gobierno como se vuelve a mentir en su artículo», dice el Secretario Nacional. El reportaje de Semana repite los casos de Marco Sovenis, Irma Parra y Germán Ponce, usados por la oposición para desacreditar al Régimen y los cuales han sido aclarados de decenas de ocasiones.
El secretario nacional de Comunicación, Fernando Alvarado, dice que él también fue víctima de las tergiversaciones de Semana y aclara que nunca negó «bruscamente» una entrevista sino que fue él quien invitó a un encuentra amplio y sin límites de tiempo para tratar sobre la libertad de expresión en el país.
Finalmente, se pregunta a los directores de Semana ¿Cómo se puede decir que el Gobierno del presidente Correa «tiene estrategias de control y represión de los medios privados y que en Ecuador se reprime la libertad de expresión (…)? y que respondan si ¿algún medio privado de Ecuador decir que el Presidente Rafael Correa restringe los contenidos? ¿Qué texto periodístico de cualquier genero se ha dejado de publicar porque el Presidente haya llamado a sus dueños para amenazarlos?. La respuesta es ninguno.

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