Noticia Extraordinaria

Aún queda un número incalculable de secuestrados: familiar de joven retenido

Enrique Márquez ‘Kike’

Después de 13 años y 8 meses, Ismael Márquez sigue esperando que la guerrilla le devuelva a Kike, como le decía a su hijo Enrique Márquez, quien fue secuestrado el 11 de febrero de 1999 cuando llegaba a su trabajo.

El secuestro ocurrió en la Carrera 9 con 20 en Bogotá, cuando iba para su oficina a las 6 de la mañana. “Al entrar al parqueadero de la oficina lo abordaron y se lo llevaron para la zona del Sumapaz”, explicó Ismael Márquez a Radio Santa Fe.

En estos 13 años no se sabe donde pueda estar su hijo, pues durante la zona de distención lo movió el frente 51 de las Farc de la zona del Sumapaz, “por muchos lados”.

Para obtener información sobre Kike, “hemos intentado con ayudas de muchas entidades para saber sobre él, ya sea que esté vivo o no”. La única comunicación que se tiene fue cuando los secuestradores se comunicaron por teléfono y Jaime Garzón colaboró como mediador.

A raíz de estos episodios, “hemos estado en contacto con organizaciones del Estado, Cruz Roja nacional e internacional, la Conferencia Episcopal, con las embajadas y, últimamente, con la colaboración de Herbin Hoyos Medina y su programa Voces del Secuestro”, manifestó el padre de Kike.

También indicó que “con Herbin Hoyos organizamos la entidad ‘Los que faltan, secuestrados y desaparecidos en Colombia’”, que se creó a raíz de la entrega de los 10 militares y policías secuestrados, que presuntamente son los últimos que quedaban. Pero Márquez dice que es un “número inexacto, pues es un número incalculable”.

Este domingo 14 de octubre, se llevará a cabo un movimiento nacional, “donde esperamos que vengan familiares de los secuestrados de distintas ciudades del país, para ser visibles ante la opinión pública”, explicó Ismael Márquez a los 1070 A.M.

La convocatoria que se hace a para que “nos acompañen en la Plaza de Bolívar, si tienen familiares o no secuestrados para que nos encontrarnos allá para ser visibles ante la opinión pública y mundial”.

A propósito del proceso de paz, esta voz que representa el sentir de los familiares de los secuestrados considera que “es la oportunidad de hacer llegar demostraciones de expectativa, esperanza y confianza”, para que estos “diálogos de paz inicien con hechos concretos y contundes”.

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