La Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó por 15 años a Wilmer Alarcón por su presunta responsabilidad en la muerte del joven Diego Felipe Becerra.

“Está probado que Diego Felipe Becerra Lizarazo, al momento de recibir el disparo propinado por el patrullero Alarcón, se encontraba corriendo y de espalda en relación con el uniformado que lo perseguía y no portaba arma alguna, solo llevaba consigo una mochila en la que guardaba cuatro aerosoles de pintura y, sin reparo alguno, le disparó por la espalda con su arma de dotación, situación que evidencia que a pesar de la formación y la pericia del patrullero, que lo obligaban a extremar las medidas de seguridad en relación con el uso del arma, ya que ante todo su obligación era proteger la vida de la persona que perseguía, una vez le grito que se detuviera antes de reducirlo y/o capturarlo, prefirió dispararle por la espalda estando a tan solo 1,32 metros de distancia sin que pueda decirse que su intención al disparar era reducirlo, por cuanto el disparo fue hecho directamente a la espalda causándole heridas que posteriormente le causaron la muerte”, señaló la Procuraduría.

En octubre de este año, la Fiscal 307 de la Unidad de Vida acusó hoy ante el Juzgado 43 Penal del Circuito de Bogotá, por homicidio agravado a Wilmer Antonio Alarcón Vargas, patrullero de la Policía Metropolitana de Bogotá, procesado por la muerte de Diego Felipe Becerra Lizarazo, ocurrida el 19 de agosto de 2011.

De acuerdo con la delegada fiscal, el escrito de acusación se fundamenta en elementos materiales probatorios según los cuales el uniformado sabía que Becerra Lizarazo, de 16 años de edad, no era una persona peligrosa.

Entre las pruebas que serán tenidas en cuenta en la audiencia de juicio están el análisis del lugar de los hechos, los informes periciales de balística, los estudios de residuos de disparos, el dictamen hecho a la chaqueta y la mochila de la víctima, así como a los recipientes de aerosol que llevaba.