El fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, que le quitó a Colombia una vasta zona marítima y se la entregó a Nicaragua, cayó como un baldado de agua fría en el Archipiélago de San Andrés y Providencia y desató una ola de indignación que se extendió a todo el país. La reacción frente a la decisión de la Corte Internacional de justicia fue obviamente de júbilo en Nicaragua.

Sin embargo, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, expresó su preocupación frente al anuncio del presidente Juan Manuel Santos de que su Gobierno no acepta el fallo definitivo de la Corte Internacional de Justicia.

Ortega dijo que la actitud de Santos «es un acto que muestra irrespeto total al derecho internacional, a la Corte, al pueblo
colombiano, al mismo Estado colombiano, y se está irrespetando el mismo presidente, porque él había comprometido la palabra a su propio pueblo”, precisó.

Ortega se pronunció sobre el fallo en un acto público acompañado y respaldado por los expresidentes liberales Arnoldo Alemán Lacayo y Enrique Bolaños Geyer, así como por Antonio Lacayo Oyanguren, exministro de la Presidencia durante el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, quien llegó al poder en 1990 a través de una coalición de partidos aglutinados en la Unión Nacional Opositora, UNO.

También estuvieron presentes los excancilleres Norman Caldera, Enrique Dreyfus, Eduardo Montealegre Rivas y Francisco Xavier Aguirre Sacasa, quien tuvo la misión de interponer la demanda ante La Haya, en diciembre de 2001, siendo presidente el liberal Arnoldo Alemán Lacayo.

Basandose en el discurso de su homólogo colombiano, Ortega respondió cada uno de los argumentos de Santos, particularmente cuando lo instó a cumplir su palabra de acatar el fallo de la CIJ cuando aún no se conocía de la resolución.

“Palabra que se compromete, palabra que se honra”, expresó Ortega en respuesta a Santos por desconocer la parte del fallo que fue adversa a Colombia.

El mandatario nicaragüense expresó “preocupación”, porque el presidente Santos admite que el fallo de La Haya “es inapelable y de ineludible cumplimiento”, “pero solo para lo que le conviene a Colombia”.

Ortega recordó a su homólogo colombiano que con la sentencia, Nicaragua solo está recuperando “lo que se nos había negado por la fuerza militar colombiana”.

“Espero que esto no sea más que un discurso del momento”, añadió Ortega en referencia al rechazo y al desconocimiento del fallo por parte de Santos.

Ortega exhortó a Santos a reflexionar y a no eludir el cumplimiento de la sentencia, alegando que la Constitución Política y la Corte Constitucional de Colombia no se lo permiten.

El presidente nicaragüense dijo que el fallo de la Corte Internacional de Justicia, “obliga a que las leyes internas colombianas se ajusten al mandato de La Haya”.

“Esperamos que se bajen las tensiones y las amenazas en el campo militar… Esperamos que se respete el fallo de La Haya”, expresó Ortega, haciendo referencia al incidente marítimo entre una fragata militar colombiana y una pequeña embarcación de investigación nicaragüense semanas antes de que se diera a conocer la sentencia de la Corte Internacional de Justicia.

Además, Ortega aseguró que los pobladores de San Andrés tendrán garantizado el derecho de pesca en las ahora aguas territoriales nicaragüenses, para responder a otra de las preocupaciones del presidente Santos con el fallo de la Corte Internacional de Justicia.