En el pleno de la Cámara de Representantes, a través del voto nominal y mayoritario, fueron aprobadas las nuevas directrices para el funcionamiento de las áreas metropolitanas, ahora pasa a sanción presidencial.

Este proyecto de ley orgánica, fue muy debatido en las dos Cámaras y en audiencias públicas en las ciudades de Bogotá y Barranquilla, fortalece estos centros conurbanizados que aposentan, en promedio, 62 por ciento de la población colombiana y se calcula que en el año 2040 tendrán 70 por ciento a quienes debe prestarles los servicios indispensables para mantener una confortable convivencia ciudadana.

El representante por Santander, Jorge Gómez, manifestó que «pensar en crear mejores condiciones y alianzas estratégicas entre los municipios crecientes en urbe, y desarrollo socio-económico y cultural; es conducir a consolidar áreas comunes para afianzar calidad de vida y oportunidades a futuro de nuestros conciudadanos; nuestra experiencia en Bucaramanga con Floridablanca, Piedecuesta y Girón, nos a dado excelentes resultados, tanto así que la integralidad en infraestructura y modelos de crecimiento organizado, cruza nuestra mallas viales con una línea invisible de identidad y pertenencia».

Este mismo tipo de organización entre entidades se tiene pensado implementar en futuras áreas en las ciudades de Villavicencio, Montería, Ibagué y una interdepartamental entre tres municipios de Tolima y tres de Cundinamarca.

Adicional a ello, se resolvió el tema de confusión que existía sobre la jurisprudencia y facultades de las CAR, dejando claro que se respeta los preceptos de la ley 99 del 1993, y se definió que “las áreas metropolitanas tendrán injerencia ambiental en lo que a zonas urbanas respecta”.

Gómez Villamizar finalizó diciendo que, «tenemos la figura de la jurisdicción coactiva, es decir los municipios que conformen las áreas metropolitanas pueden hacer el seguimiento de los tributos, recaudar y manejar esos recursos, eso es democracia y desarrollo sostenido».