Con ocasión de las festividades decembrinas y de año nuevo, los municipios de Cundinamarca se engalanan con diversas actividades turísticas y culturales que propios y turistas no se pueden perder.

El departamento, por su ubicación geográfica, ocupa el corazón de Colombia, rodea a la ciudad capital y tiene el privilegio de contar con todos los climas y paisajes por poseer gran variedad de pisos térmicos.

Cáqueza, Silvania y la inspección de San Joaquín en La Mesa realizarán festivales, ferias y fiestas entre el 28 y 31 de diciembre. Los visitantes podrán apreciar comparsas, cabalgatas, puestas en escena, bailes típicos y disfrutar de la gastronomía propia de la región.

Para celebrar la llegada de los reyes magos, no olvide visitar Fosca, Apulo, Junín, Jerusalén, Quipile, El Colegio (El Triunfo), Viotá (San Gabriel), Manta, Susa y Tausa, entre otros, que realizarán actividades del 4 al 7 de enero para engalanar esta festividad.

Si de deporte se trata, la cita es a participar en la carrera atlética de San Silvestre que se realizará en Chía este 31 de diciembre. Una actividad física que se viene ejecutando tradicionalmente, por esta época festiva, desde 1986.

El turismo de aventura, puede practicarlo en Nimaima, Suesca, Utica, Villeta, La Calera, Guatavita y Sopó, donde podrá hacer rafting, rappel, kayak, parapente, motocross, escalada en roca, entre otras actividades.

Los amantes de la naturaleza podrán visitar la laguna de Guatavita, el embalse de Neusa, el Parque Nacional Chingaza, el parque arqueológico Piedras del Tunjo y el embalse de Tominé, entre otros espacios naturales.

No deje de visitar los hallazgos arqueológicos que se ubican en Cajicá, Cachipay, Chía, El Colegio, Facatativá, Sasaima, San Antonio del Tequendama, entre otros lugares, que poseen patrimonio de arte rupestre en el que se evidencian gráficas grabadas o pintadas en piedra.

Si lo que se desea es un espacio de relajación, nada mejor que las aguas termales de Agua de Dios, Anapoima, Suesca, Pandi, Guasca, La Calera, Nemocón, Chocontá, Puente Quetame y Paratebueno, aguas minerales a los que muchos atribuyen poderes curativos.

Por su parte, la Catedral de Sal de Zipaquirá, calificada como patrimonio cultural, única en el mundo y la Mina de Sal de Nemocón, un espacio mágico y natural, con piezas arqueológicas únicas, se erigen en las profundidades para que los visitantes puedan tener una experiencia única al recorrerlas.

Cundinamarca, territorio de Muiscas y Panches, abre sus puertas a los visitantes para que disfruten de sus atractivos, especialmente en esta época de descanso y recogimiento.