El gobierno brasileño señaló este lunes que continúan 79 personas hospitalizadas en cuidados intensivos de un total de 131 lesionados después del incendio de la madrugada del domingo en una discoteca en el sur de Brasil que causó al menos 233 muertes.

De acuerdo con los reportes oficiales, cerca del 80% de esos internados graves son pacientes que sufrieron una intoxicación al inhalar el humo del incendio de la discoteca Kiss, de la ciudad de Santa María, en el estado de Río Grande do Sul, y el resto son heridos con quemaduras graves.

Este lunes está prevista la celebración de una misa ecuménica a la que seguirán los entierros.

Testigos relataron que las llamas se iniciaron en el escenario de la discoteca “Kiss”, donde se celebraba una fiesta universitaria.

Según los testimonios, el incendio se desató cuando para ambientar la presentación de un grupo musical fue disparado un dispositivo pirotécnico conocido como “lluvia de plata”, cuyo uso está prohibido en espacios cerrados.

Las chispas que produce el artefacto pegaron contra el techo cubierto por una espuma para reducir el ruido, la cual se incendió y las llamas se propagaron rápidamente por todo el recinto.

Los sobrevivientes de la tragedia indicaron que acto seguido el pánico invadió a los asistentes que corrieron a buscar la salida.

Sin embargo, dijeron que los vigilantes decidieron cerrar la puerta para evitar que se salieran sin pagar el consumo.
Los bomberos advirtieron que el establecimiento sólo tenía una puerta pequeña de acceso y salida.

“Ellos entraron en pánico y acabaron pisoteándose unas a otras. La principal causa de muerte fue la asfixia”, señaló el comandante de bomberos, Guido de Melo.