La fiscal Marta Lucía Zamora, delegada ante la Corte Suprema de Justicia, anunció su decisión de no conciliar con el exdiputado del Valle, Sigifredo López, tras ser instaurada una querella por injuria y calumnia, por las declaraciones que el exrehen de las Farc acusó a la funcionaria judicial de que podría estar detrás de una fábrica de falsos testigos.

La decisión de Zamora quedó consignada en un oficio que le envió al fiscal al que le correspondió la investigación y donde le manifiesta que no es su deseo «llegar a ninguna clase de acuerdo conciliatorio (…) ni asistir a diligencia alguna relacionada con ese procedimiento».

Por esta razón, la fiscal pidió que se continúe con el ejercicio de la acción penal.

El pasado 25 de junio, Zamora instauró la querella argumentando que López ha realizado una serie de manifestaciones «que atentan contra mi honra y buen nombre», las cuales dice han derivado en una campaña de desprestigio en su contra, «como servidora pública, por casi tres décadas a la administración de justicia», y en contra de la Fiscalía General.

Asimismo, en un documento expresa que el exdiputado «no está autorizado para poner en entredicho» su honra y buen nombre y añade que las declaraciones «causan agravio, generan hondo malestar en mi estado de ánimo, agreden mi ejercicio profesional sin mácula, son irrespetuosas, irreverentes, injuriosas y calumniadoras».

La fiscal critica que López la haya calificado como la «directora de una fábrica de falsos testigos» y que haya dicho que supuestamente sea una persona que «echa cuentos y otros se los creen».

Además, está en desacuerdo con que el exdiputado haya dicho que ella desatendió una postura institucional de no asistir al acto en el que la Fiscalía General le ofreció disculpas públicas, cuando se encontraba en una audiencia dentro del caso que se le sigue a Yira Olarte.

Santa Fe con agencias