El presidente de la FIFA, Joseph Blatter puso en tela de juicio la decisión de haber escogido a Brasil como la sede del Mundial 2014, ya que el certamen se podría ver afectado por protestas similares a las que hubo durante la reciente Copa Confederaciones.

«Si esto vuelve a suceder, tendremos que preguntarnos si tomamos la decisión equivocada al otorgar la sede», señaló Blatter en declaraciones a DPA, acerca de las manifestaciones que podrían repetirse en menos de un año.

El pasado mes mientras se desarrollaba la Confederaciones en tierras brasileñas, miles de manifestantes salieron a las calles a expresar su repudio por los costos de organización del Mundial y a pedir mejoras en servicios públicos.

«No fue una reunión política, pero sí enfatizamos el tema de la inestabilidad social que hubo durante toda la Copa Confederaciones», afirmó el suizo respecto a las charlas que mantuvo la FIFA con los gobernantes brasileños, y agregó: «El gobierno ya sabe que no debe haber disturbios en el Mundial del próximo año».

En el estreno del ‘Campus Beckenbauer’ en la ciudad austríaca de Going, Blatter contó que en septiembre dialogará con la presidenta brasileña Dilma Rousseff sobre el tema en cuestión.

«Creo que estas protestas fueron señales de alerta para el gobierno, el senado, el parlamento. Deben trabajar para que esto no vuelva a suceder. Aunque las protestas, si son pacíficas, son parte de una democracia y por lo tanto hay que aceptarlas», indicó el dirigente, que aseguró que en la FIFA están «convencidos de que el gobierno, y especialmente la presidenta, encontrarán las palabras y las acciones para evitar que se repitan. Tienen un año para hacerlo».

«Nosotros no tenemos que aprender lecciones de las protestas en Brasil, los políticos de Brasil tienen que hacerlo», se desligó Blatter y agregó que la FIFA «no puede ser responsabilizada» por la desigualdad social del país.