Papa Francisco pide a jóvenes dejar los falsos ídolos del dinero, el poder y el placer que ponen al lado de Dios
-En la primera homilía que pronuncia durante su visita a Brasil, el papa Francisco hizo hoy un vehemente llamado a los jóvenes para que abandonen los falsos ídolos que se colocan al lado de Dios y que ofrecen compensaciones pasajeras, como el dinero, el poder, el éxito y el placer.
El pontífice señaló que ciertamente «hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza», en referencia al dinero, el éxito, el poder, el placer.
«Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros», previno el Papa en la eucaristía que oficio ante la Virgen de Aparecida, a quien dijo pedirle no solo por el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), sino también para que ayude a los pastores, a los padres y a los educadores a transmitir a los jóvenes los valores «que les hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno».
Al respecto destacó tres «sencillas» actitudes que se deben seguir: «mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría.
Advirtió que a pesar de las dificultades que hay en la vida «por más grandes que parezcan», Dios «nunca deja» que sus hijos se hundan y, por ello, exhortó a «no perder la esperanza» pues «el dragón, el mal, existe en la historia pero no es el más fuerte».
No obstante dijo que es posible combatir las dificultades mediante «una visión positiva de la realidad», ayudando a la juventud a ser protagonista de la construcción de un mundo mejor y proponiéndole «esos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo», que encuentran «sus raíces más profundas en la fe cristiana».
Respecto de la segunda actitud –dejarse sorprender por Dios–, Francisco señaló que «Dios actúa y sorprende también en medio de las dificultades» y que, con Él, «lo que parece agua fría, lo que es dificultad, lo que es pecado, se transforma en vino nuevo de amistad».
Finalmente, sobre la alegría, Francisco advirtió que el cristiano «es alegre, nunca triste» y que, por tanto, «no puede ser pesimista». «No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo. Si estamos verdaderamente enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se inflamará de tanta alegría que contagiará a cuantos viven a nuestro alrededor», precisó.
En su homilía el Papa Francisco puso de presente que «sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro».
«Nosotros nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga y lo haremos con confianza en Dios, en la esperanza y llenos de alegría», complementó.

