Bogotá

Montañas de Solidaridad para el taxista gravemente herido en el accidente del Audi

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Los oyentes de Radio Santafe se volcaron con cientos de pacas de pañales para el taxista Holman Cangrejo, herido en los episodios de la calle 26 con K 32, en los que también dos jóvenes ingenieras perdieron la vida, por obra y gracia de un conductor borracho.

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Dos montañas rodean a una mujer que escala por cada uno de los peldaños, pensando en su familia y en las dificultades que atraviesa, al tener obstáculos que la vida misma le trajo.

De tés morena y una actitud humilde al encajar cada palabra que trasmite, encara la vida que se unió a la de otras tres personas, que de una u otra manera, estaban conectadas una madrugada en Bogotá, en la calle 26 con 32, por culpa del licor.

Dos autos uno de servicio público y un auto gris de características lujosas, se encontraron en aquel lugar, sin saber que con el impacto, dos mujeres que recién encontraban su propio camino, terminando una carrera universitaria, perderían la oportunidad de existir.

Allí surge la historia de Hollman Cangrejo, quien se desempeñaba con taxista en la capital hasta antes del impacto que a 140 kilómetros por hora, que hoy lo tiene sin la movilidad en sus piernas. Esta vez no estará solo para caminar el sendero bañado en licor que le retiró la capacidad de responder por él y su familia.

Ahora es su familia quien está con él, Alix Cangrejo, su hermana, que a su vez está entrelazada con más de 80 personas que entendieron la tragedia que causó un accidente y ahora, se comprometieron con la causa de recuperar a su hermano, proceso que puede tardar hasta un año, según lo explica.

Estás personas que decidieron colaborar con una contribución tan pequeña pero tan valiosa para una familia que lo necesita, tumbaron las barreras de las frases de cajón y el cliché al hablar cuando se dice “hoy por mi y mañana por ti”.

Aunque este caso tiene variables de dinero incluidos, dentro de una negociación que plantea devolverles algo de lo que les quitó una imprudencia a las familias, nada puede quitarle el valor y la gran trascendencia que tiene que todavía existan personas que están dispuestas a ayudar.

Las vidas, aunque no lo piense así y se considere que el humano por naturaleza es individual, pueden cruzarse con otras de manera repentina, como sucedió en este caso, bien sea con sentimientos de tragedia o de alegría.

Se sale a la calle y no se sabe si se vuelve, menciona la experiencia de algunas vidas, volviendo a las frases de cajón, la experiencia enseña y este es un caso del que vale la pena aprender.

En la cultura colombiana, el licor sigue siendo una de las mayores causas de muerte, hablando en términos de accidentes de tráfico, violencia intrafamiliar y riñas callejeras.

La transformación comienza desde cada uno de nosotros, otro de los clichés de esta sociedad, que aun conociendo los casos resientes, resultaron del fin de semana pasado 180 conductores, que fueron sorprendidos en estado de embriagues.