El departamento estaría al borde de una emergencia sanitaria por el cierre de ocho de los nueve hornos destinados para incinerar los desechos hospitalarios de los centros asistenciales de Cundinamarca, incluyendo los de la capital del país, según los reveló este viernes la Corporación Autónoma Regional (CAR).

Luego de que la autoridad ambiental sellara los hornos de la empresa Tecniamsa Bogotá, en Mosquera, suman ocho las plantas procesadoras de residuos cerradas en 2013 a raíz de incumplimiento con normas ambientales, manejo inadecuado de los desechos hospitalarios y hasta emisiones de gases altamente tóxicos.

Según la CAR, la mencionada empresa no cuenta con la infraestructura necesaria para procesar la cantidad de residuos que recibe provenientes de gran parte de los hospitales y clínicas del departamento.

La entidad departamental señaló que los materiales para incinerar están siendo almacenados al aire libre, en lugares como la zona de descargue y patios del predio, además se comprobó sobrecarga de los hornos incineradores, que tienen capacidad para una tonelada de desechos por hora, pero se está duplicando esa cantidad.

El cierre de esta planta deja solo un horno en todo el departamento, ubicado en Mosquera, pero que no tiene la capacidad suficiente para procesar todos los residuos peligrosos que produce el departamento por lo que los generadores de esa carga contaminante tendrán que desviarla hacia otros departamentos que cuenten con plantas de manejo.