Basta con remitirnos a la pirámide nutricional para darnos cuenta, de que el pan es uno de los alimentos indispensables dentro de la dieta diaria, pues el porcentaje de vitaminas y minerales que posee es considerablemente alto, por ello, la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan (ADEPAN) sostiene que incorporarlo en el menú permite obtener la energía suficiente para desarrollar las actividades diarias y tener una mejor calidad de vida.

Teniendo en cuenta que la harina que se produce en Colombia es una materia prima fortificada que cuenta con vitaminas y hierro y que el pan integral conserva todos sus nutrientes debido a que no es sometido a procesos de refinamiento, se puede afirmar que, la variedad de productos que se ofrecen en el mercado, en cuanto a panes se refiere, son excelentes para mantenernos sanos y fuertes, ya que este alimento cuenta con vitaminas como A,B1,B2, B6, D, E y K las cuales ayudan a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, a la transformación de los alimentos en energía y al crecimiento, conservación y reproducción de todas las células del organismo.

Así mismo, contribuyen a la regulación de los niveles de calcio y fósforo en la sangre, a la regulación de las funciones intestinales del organismo y frenan el envejecimiento de las células, lo que se refleja en una piel sana, un cabello brillante y unas uñas fuertes. Y con minerales como potasio, fosfato, calcio, magnesio, hierro, zinc, fluor y yodo, que regulan el balance de agua en el organismo, disminuyen los efectos negativos del exceso de sodio y participan en el mecanismo de contracción y relajación de los músculos.

Además, intervienen en la formación y el mantenimiento de los huesos, en la secreción normal de la leche materna y en el metabolismo celular, por lo que es recomendable que durante la infancia y la adolescencia se consuma este alimento en el desayuno, los recreos y las meriendas, ya que favorece el desarrollo y el rendimiento escolar.

De igual forma, las diversas presentaciones del pan nos ofrecen una amplia gama de sabores, texturas y olores, debido a que están hechos de cereales como avena, centeno, maíz y trigo y con semillas como amapola, girasol y sésamo; ingredientes que estimulan el funcionamiento de la glándula tiroides, regulan los picos de la diabetes y previenen problemas cardíacos y arteriosclerosis. También son diuréticos, reguladores intestinales y ayudan notablemente a reducir el nivel de colesterol.