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Continúa imparable violencia por bloqueos viales; en contraste se produjo toma pacífica de indígenas a Popayán

Nuevos hechos de violencia se registraron la víspera en el Caquetá y el Huila en desarrollo de los bloqueos viales y la continuación del paro agrario, mientras que los representantes de los campesinos de Boyacá, Cundinamarca y Nariño determinaron no participar en el el acuerdo nacional convocado por el presidente Juan Manuel Santos para buscar soluciones a corto y largo plazo para el sector agropecuario. Además, los camioneros rechazaron las propuestas del gobierno nacional y decidieron continuar en cese de actividades.

En contraste con los nuevos actos vandálicos en regiones del Caquetá y Huila, cerca de 7 mil indígenas marcharon en el Cauca, se «tomaron» a Popayán y retornaron luego a sus lugares de origen, en ejemplar protesta pacífica, sin alteración del orden público ni afectar el tránsito en la carretera Panamericana por donde circularon ordenadamente de ida y regreso.

En inmediaciones de Florencia, la capital del Caquetá, se produjeron violentos disturbios que dejaron 12 heridos, incluidos 1 policia y 1 militar, cuando la fuerza pública intervino para desbloquear la vía al aaeropuerto, una de las tres carreteras de acceso a la ciudad obstruidas por los manifestantes.

Tras los desmanes, en horas de la noche, los dirigentes del paro firmaron un acuerdo de no agresión con las autoridades, pero sin levantar los bloqueos que tienen sumida a la capital del Caquetá en una grave crisis e inundada por las basuras, porque la vía que conduce al relleno sanitario está cerrada por barricadas.

Para colmo de males, Florencia se quedó en las ultimas horas sin el servicio de agua potable, por un daño en el acueducto.

En el Huila, los disturbios se registraron en Neiva, en la Universidad Surcolombiana, ubicada en el barrio Cándido Leguízamo, en desarrollo de una acción de apoyo al paro agrario, donde además de llantas, los revoltosos quemaron pupitres y enseres del centro universitario y atacaron a la policía con bombas molotov y papas-bomba. El enfrentamiento dejó 3 heridos y 20 detenidos.

Los disturbios se extendieron a otros sectores de la capital huilense, entre ellos la Carrera Primera, la Avenida Pastrana, la glorieta del monumento de La Raza y la Carrera Segunda hasta la Calle 21, en inmediaciones del Colegio Técnico Superior.

Mientras tanto, continúa el bloqueo de vías, especialmente las que comunican a los municipios del sur del Huila, Caquetá y Putumayo, regiones en las cuales, no hay suministro de alimentos ni de combustible, incluidos gasolina y gas.

Más de 23 mil usuarios de los municipios Pitalito, San Agustín, Timaná, Altamira, Suaza, Guadalupe, Agrado y al corregimiento de Bruselas sin el suministro de gas natural domiciliario.

En territorio huilense se han dejado de comercializar 1.500.000 galones de gasolina, con pérdidas que superan los 13.000 millones de pesos, mientras que en Caquetá se ha dejado de vender 1.000.000 de galones de combustible. Iguales cifras reportan en el Putumayo.

En medio de estos hechos de violencia, en la ciudad de Tunja, tras 9 horas de diálogo, los líderes campesinos de 12 departamentos, acordaron la conformación de la mesa nacional agropecuaria, pero notificaron que no participarán en el acuerdo nacional propuesto por el presidente Santos.

La mesa nacional agropecuaria involucrará a 15 renglones del campo, entre los cuales figuran lecheros, cafeteros, paparos, arroceros y paneleros, entre otros.

A su turno, los camioneros decidieron no firmar un acuerdo con el gobierno nacional, al término de las prolongadas conversaciones que adelantaron la víspera con la ministra del Transporte Cecilia Alvares.

«Llegamos a un acuerdo, los transportadores recibieron una llamada y rechazaron la oferta», señaló la ministra en su cuenta en Twitter.

«Ministerio tiene política clara en transporte de carga, que ha permitido hacer propuestas cumplibles. Estamos a la espera de respuesta», complementó.