–El gobierno del presidente Nicolás Maduro hace efectivo hoy el retiro de Venezuela de la Convención Americana de Derechos Humanos, decisión que tomó hace un año por el desaparecido presidente Hugo Chávez. Al efecto Maduro afirmó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se ha convertido en un instrumento de persecución contra Venezuela y otros gobiernos progresistas de América Latina y del mundo.

«Ya basta. Se le acabó el tiempo a la CIDH», proclamó Maduro. «Mientras estemos aquí no dejaremos que nadie mancille a Venezuela. Nadie se mete con Venezuela», subrayó.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos (también llamada Pacto de San José de Costa Rica o CADH) fue suscrita, tras la Conferencia Especializada Interamericana de Derechos Humanos, el 22 de noviembre de 1969 en la ciudad de San José en Costa Rica y entró en vigencia el 18 de julio de 1978. Es una de las bases del sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos.

Los Estados partes en esta Convención se «comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda las personas que estén sujetas a su jurisdicción, sin discriminación alguna».

Maduro dijo que la decisión que tomó el presidente Hugo Chávez de retirar a Venezuela de ese organismo fue la mejor, tras recordar el reconocimiento que la CIDH le dio al gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga, quien durante el golpe de Estado de 2002 tomó el poder y al que tildaron de «gobierno legítimo», según dijo.

Resaltó que este organismo, durante el 2002 y 2005, persiguió a la democracia venezolana y protegió a terroristas. Asimismo, indicó que la CIDH «se cree un poder supranacional. Se cree que son un poder por encima de gobiernos legítimos del continente».

«Casi todos los participantes y la burocracia que forman parte de la CIDH están capturados por los intereses del Departamento de Estados de los Estados Unidos», dijo Maduro, quien acotó que este país se opuso ante la propuesta de Venezuela de reformar el organismo

Maduro señaló que desde la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se propone crear un Consejo de Derechos Humanos que estudie los casos de América Latina y el Caribe.

También recordó que aunque la sede de la CIDH está en Estados Unidos, ese país no reconoce ni forma parte de ese organismo.

Maduro además rechazó las acciones de la derecha venezolana de impugnar ante la CIDH los resultados electorales del pasado 14 de abril, en los que resultó electo presidente.

«Acaban de meter el documento. Yo les digo: ¿Qué tiene que ver la CIDH con el funcionamiento soberano y autónomo del quinto poder de nuestro país, el Poder Electoral?», se preguntó el Mandatario venezolano, quien calificó como contradictorias estas acciones, pues los sectores opositores del país llaman a participar en los comicios, inscriben sus candidatos, pero después señalan de fraude al mismo sistema electoral al cual se someten para ejercer cargos de elección popular».

Nicolás Maduro reiteró sus denuncias sobre un plan denominado «Colapso Total», contra su gobierno, planificado desde Washington y Miami, en Estados Unidos, para ser activado el próximo mes de octubre.

Explicó que a finales de julio pasado se realizó una reunión especial en la Casa Blanca, con la representación de la Agencia Central de Inteligencia, el Departamento de Estado y del Pentágono, «para evaluar la situación en Venezuela».

Maduro detalló que en la reunión los participantes dijeron: «el régimen se consolida; no pudimos deslegitimar el gobierno revolucionario surgido de la victoria del 14 abril; comienzan a ocupar espacios y a desarrollar el proyecto con buena participación del pueblo; es peligroso el Gobierno de Calle porque pudiera ayudar a consolidar el gobierno revolucionario».

Al respecto, pidió a los órganos de seguridad del Estado «máxima atención a este plan de Colapso Total (…) hay que denunciar permanentemente estos planes que se hacen en Washington y en Miami y que se ejecutan después» como parte de un rebrote del fascismo, que «lo encarna el grupo dirigente de la derecha que se ha apoderado de la oposición venezolana».

El mandatario venezolano también hizo referencia al continuo sabotaje contra su país «que ejecuta la derecha venezolana, de cara a los comicios municipales del próximo 8 de diciembre».

Se refirió en específico al plan para entorpecer la distribución y comercialización de algunos alimentos básicos y para afectar al sistema eléctrico nacional.

Igualmente, ratificó que la causa de la explosión en la Refinería de Paraguaná, en el estado Falcón, el 25 de agosto de 2012, fue una acción de sabotaje.

«Ahí están las pruebas (que presentó el ministro Rafael Ramírez este lunes) investigadas con paciencia y asesoría internacional durante un año. Miren, ellos ensayaron fórmulas de guerra de la parapolítica contra el presidente Chávez. El golpe mayor fue Amuay, porque el agregado político de la embajada de Estados Unidos en Venezuela les dijo a varias personas que Chávez ganaba las elecciones (de octubre de 2012) y que solo un evento extraordinario podría cambiar las corrientes de opinión», puntualizó.